Justo un año después de presentar "Sociedad Negra",
el escritor catalán Andreu Martín vuelve a contactar con el lector con
"Les escopinades dels escarabats" (Los escupitajos de los
escarabajos", donde novela el actual momento de crisis "de la única
manera que se puede abordar, desde la ira".
En un encuentro con periodistas, antes de su participación
mañana en una mesa redonda del BCNegra sobre el futuro del género, Martín ha
presentado hoy su título, con el que obtuvo el último premio Ciudad de Alzira,
y ha comentado que le ha supuesto un reto porque "hablar de la crisis es
muy difícil, ya que los periódicos tratan sobre ella a diario".
A su juicio, sin embargo, ha conseguido "que la novela,
por fin, supere la realidad" y ha agregado que la única manera de abordar
temas como la crisis y la corrupción es desde el sentimiento, "desde la
ira, procurando incomodar".
En este punto, ha aseverado que no se trata de una novela
informativa, sino que ha querido ofrecer "una mirada analítica, en la que
se muestre la moral que hay detrás de lo que ocurre, y que ya no es doble
moral, porque los malos dicen de ellos mismos que son los malos y la filosofía
reinante es psicopática".
Relato moral, en "Les escopinades dels escarabats",
con varios asesinatos sin concesiones, el autor barcelonés -que ejerce de abuelo
paciente por las mañanas con su nieto de un año- relata la brutal muerte de dos
socios de una asesoría financiera, lo que desencadena una gran operación
policial que compromete a Germán Rojo, un poderoso personaje, que se cree
inmune, y la segunda fortuna de Europa.
Sexo, blanqueo de dinero, espionaje, delitos informáticos y
mucha violencia son algunos de los ingredientes de la novela, en la que hay,
asimismo, alusiones a la actualidad más rabiosa, como el caso Bárcenas, o con
personajes que no paran de enviar WhatsApp o de jugar al Candy Crush con sus
móviles.
"He hecho -prosigue Martín- una novela moral, escrita,
sobretodo de manera más visceral que racional, enamorándome de mis personajes,
tanto de los masculinos como de los femeninos, como Melba, una protagonista
femenina que no existe y que me he inventado, aunque algún lector ya haya
preguntado por ella. Todo ello me ha servido de exorcismo", ha
apostillado.
Aunque él sea de los pesimistas que cree que "los pobres
ciudadanos desgraciados no pueden llegar ni al séptimo subterráneo desde donde
se erige el pedestal con la estatua de los poderosos", en la novela sí es
optimista y muestra que "si todos damos una patada al suelo en el mismo
momento, quizás algunas cosas se muevan".
Pero dice ser "muy consciente de que es muy difícil que
los escupitajos lleguen a alguna parte".
Sobre qué ha investigado en esta ocasión, puesto que en cada
una de sus novelas hay trabajo de documentación, Andreu Martín ha avanzado que
ha "buceado en el blanqueo de dinero, que lleva a hablar de gente honrada,
que hace su trabajo honradamente, pero que está financiada por el narcotráfico
o la prostitución, delitos que generan tantísimo dinero que se necesitan muchas
empresas honradas para blanquear".
Por otra parte, ha afirmado contundente que "no habría
esta delincuencia económica sin la connivencia de determinados poderes
fácticos".
Preguntado sobre cómo ve el actual momento del género, Martín,
con más de un centenar de obras en su haber, ha señalado que hay que
"liberarse de complejos, porque la novela negra es un género como los
otros" y ha concluido que "lo que importa es que tenga su lugar en
librerías y páginas culturales y que no se vea como algo vergonzoso".
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