John Le Carré. El espía no vuelve (The Spy Who Came in from the Cold). Traducción: Nieves Morón. Barcelona: Noguer, 1971 (Esfinge; 1).
Alec Leamas, agente del Intelligence Service británico, dirige una red de espionaje en la Alemania Oriental. Los obstáculos con que tropieza para llevar a cabo su misión son cada vez más numerosos y, a raíz de la pérdida de su mejor agente, Leamas es llamado a Londres. Paradójicamente, no es jubilado, sino que se le presenta la ocasión de llevar a cabo la más difícil y arriesgada de cuantas misiones le han sido confiadas.
De baja estatura y fuerte complexión, el agente Alec Leamas es el perfecto antagonista del super-espía apolíneo y elegante a que estamos acostumbrados. Su creador es el escritor inglés de treinta y cinco años David Cornwell, que oculta su personalidad bajo el seudónimo de John Le Carré. Terminados sus estudios en Oxford, David Cornwell empezó enseñando latín y francés en Eton. Posteriormente se dedicó a la pintura, que abandonaría al poco tiempo para entregarse a múltiples y variados oficios. Un buen día decide presentarse a las oposiciones de ingreso en el cuerpo diplomático. Es admitido y obtiene una plaza en la Embajada en Bonn.
El espía no vuelve, tercera novela del diplomático inglés, ha sido y sigue siendo una de las bombas editoriales más comentadas del presente año. Bestseller en América e Inglaterra, El espía no vuelve fue traducida a diecisiete lenguas y de la misma se han vendido cerca de tres millones de ejemplares.
Los críticos más famosos han anunciado con entusiasmo la aparición de un escritor excepcional, de un auténtico innovador en la compleja y difícil técnica de las novelas de espionaje.
El espía no vuelve —“soberbiamente construida, con una atmósfera alucinante”, según dice Priestley—, se desarrolla con la matemática precisión de una tridimensional partida de ajedrez; una espectacular partida en la que David Cornwell terminará dando jaque mate al más agudo de sus lectores.
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