Iceberg Slim. Pimp: Memorias de un chulo. Traducción de Eduardo Fuentes y Peter A. Muckley. Barcelona: Anagrama, 1998. ISBN: 84-339-2376-5
Podria decirse de Robert Beck, más conocido en el mundillo de las prostitutas y sus proxenetas como Iceberg Slim, que ha tenido al menos dos vidas, ambas llenas de ruido y furia, y vividas con la misma intensidad. En su primera encarnación, desde los dieciocho hasta los cuarenta y dos años, fue un chulo que controlaba a su "cuadra" de prostitutas con astucia implacable y mano de hierro, que las seducía con su apostura y las mantenía a distancia con su frialdad, porque "un chulo es el hombre más solitario de la tierra. Como Dios, debe saberlo todo de sus putas, pero como Dios, no debe permitir que ellas sepan nada de él". Vestía a la última moda, dormía entre sábanas de raso, conducía un Lincoln Continental, y se atizaba tres gramos de cocaína al día. Hasta que un día, el descubrimiento de que ya estaba demasiado viejo, y no quería llegar a ser el hazmerreír de la nueva generación de jóvenes prostitutas, hizo que diera una vuelta a su vida como a un guante y se dedicara con toda su inteligencia --célebre en los bajos fondos-- y sus artes de seducción a convertirse en el escritor más leído de la comunidad negra. Tal vez porque, como dijo él mismo en un reportaje, "si eres un negro, debes ser siempre absolutamente espectacular y trascendental. Es la única manera de hacerte con un montón de pasta".
Pimp, la descarnada, lúcida y absolutamente veraz crónica de sus años como chulo, es el primer libro que publicó, y desde su primera edición, en 1969, se han vendido más de dos millones de ejemplares. Criticado por los Black Panthers como ejemplo de la explotación a que los negros someten a su propia gente es, sin embargo, reivindicado por los artistas del rap como Ice T y por las nuevas generaciones de escritores negros como el gran cronista del gueto.
Pimp, la descarnada, lúcida y absolutamente veraz crónica de sus años como chulo, es el primer libro que publicó, y desde su primera edición, en 1969, se han vendido más de dos millones de ejemplares. Criticado por los Black Panthers como ejemplo de la explotación a que los negros someten a su propia gente es, sin embargo, reivindicado por los artistas del rap como Ice T y por las nuevas generaciones de escritores negros como el gran cronista del gueto.
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