William McIlvanney. Laidlaw. Traducción de Amelia Brito A. Barcelona: Península, 1995. (Grandes detectives; 2). ISBN: 84-297-3849-5
Los relatos detectivescos de William McIlvanney, poeta y novelista escocés, narran intrigas criminales, pero en cada caso el autor rodea las pruebas de la investigación con amplias referencias sobre la verdad, la integridad y la justicia y sitúa la narración en un escenario urbano muy evocativo y meticulosamente ambientado. El detective creado por McIlvanney es Jack Laidlaw, de carácter reservado y reflexivo, y va flanqueado por su cínico colega Milligan y por su socio Harkness, un hombre de carácter impresionable.
Laidlaw. Jack Laidlaw no es un detective corriente, pero tampco Glasgow es una ciudad corriente. Laidlaw no tiene nada de agradable o refinado, pues nada hay de agradable o refinado en su mundo. Una voz tan importante en el género negro como la de Ross McDonald ha dicho de esta novela: "Pocas obras han conseguido cautivarme tanto por su estilo o por la caracterización de los personajes como Laidlaw... McIlvanney ha abierto una nueva vía, hay que felicitarle por ello y también por su talento y su audacia."
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