Mr. Kaplan
- ¿No es una pena que la gente equivocada siempre tenga dinero?
Nada más empezar a ver 'El reloj asesino' (The Big Clock, 1948), se me vino a la mente otro film que vi hace años, 'Con las horas contadas', todo por tener un inicio algo parecido. Pero las similitudes no duran mucho, ambas películas toman caminos diferentes, aunque ambas son buenos ejemplos del cine negro que se realizaba a finales de los años cuarenta o principios de los cincuenta.
Cuando poderoso magnate editorial Earl Janouth (Charles Laughton) comete un acto de asesinato pasional, él inteligentemente comienza a cubrir sus huellas y acusa un inocente, cuya identidad no conoce, pero que acababa de tener una cita con la víctima de asesinato. Sin saberlo, resulta que ese hombre inocente está relacionado con él, es George Stroud (Ray Milland), un trabajador de su editorial que empezará a luchar para descubrir todo el misterio y limpiar su nombre, antes de que todo el mundo descubra que el desconocido es realmente él.
La adaptación de la novela homónima de Kenneth Fearing corrió a cargo de John Farrow, un director que quizás no suene demasiado, aunque dirigiera a John Wayne en 'Hondo' o fuese una de los guionistas del film 'La vuelta al mundo en 80 días'. La cinta funciona perfectamente por que tiene una trama que crea un intenso suspense, esto es algo que Hitchcock utilizó en muchas de sus películas, me refiero a la falsa culpabilidad del protagonista. Es algo normal que la audiencia simpatice con el protagonista, así que la lucha de este por su supervivencia se convierte en el deseo de todo aquel que ve el film. La película tiene un tacto extraordinario, porque no se limita a escondernos al culpable del crimen para desvelarlo al final del metraje, todo lo contrario, siempre conocemos la identidad de este y, además, vemos que es cercano al personaje principal, motivo más de angustia para todo aquel que esté pegado a la pantalla.
Aunque el film parezca de segunda categoría, contó con un elenco mucho más que decente, encabezado por Ray Milland, quien interpreta a ese hombre que es acusado injustamente de algo que no hizo, solo por estar en el lugar incorrecto a la hora que no debía. El actor está bien secundado por una de esas bestias interpretativas de todos los tiempos, Charles Laughton, quien en esta ocasión se mete en la piel del antagonista, un hombre obsesionado con el tiempo y con unos aires de superioridad que lo llevarán a la situación criminal en la que se ve envuelto. Además en el film podemos ver en pequeños papeles, a una mujer que fue esposa del director, Maureen O'Sullivan, y a otra mujer que fue esposa de Laughton,Elsa Lanchester, quien interpreta a un personaje muy simpático de la cinta, que le da un toquecito de humor en ocasiones a la intensa historia.
Sin destacar mucho entre las grandes obras de cine negro de la historia del cine, este es un film que hace que te quedes pegado a la pantalla para ver que va a ocurrir a continuación, por lo que se deduce que es un entretenimiento perfecto para cualquier día que se quiera disfrutar de un poco de suspense.
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