Alexia Hurtado se adentra en los bajos fondos de las corporaciones tecnológicas

[La Vanguardia, 17 de marzo de 2014]

El personaje de Luis Campo Vidal vuelve a escena en 'La Tablet Mágica' | "El mundo de la tecnología es muy cool, pero al mismo tiempo es muy cruel", afirma el autor

El escritor y consultor de comunicación Luis Campo Vidal destripa los "bajos fondos" en los que se sumergen las grandes corporaciones tecnológicas para alcanzar o mantener el liderazgo en su última entrega protagonizada por la detective Alexia Hurtado, La Tablet Mágica.

"El mundo de la tecnología es muy cool, pero al mismo tiempo es muy cruel" sostiene en una entrevista con Efe Campo Vidal, que ha trabajado en diversas empresas del ámbito de la televisión e internet y que publica ahora su cuarto "thriller empresarial".

Tras haber buceado en los entresijos del mundo del arte, de los grandes grupos de la comunicación y de la especulación inmobiliaria, el autor retoma a su detective, una atractiva exinspectora de los Mossos d'Esquadra, para involucrarla en un nuevo caso con el telón de fondo de la tecnología de última generación y los nuevos materiales.

"Este es un mundo muy atractivo, y que mueve mucho dinero, pero en el que solamente vale ser primero. Si funcionas y eres el líder ganas dinero, pero ser segundo ya no vale. Es parecido a lo que pasa con la rivalidad entre el Real Madrid y el Barça; si quedas segundo de la Liga, es un fracaso", ejemplifica el autor.

Campo Vidal pone el acento en la fuerte competencia que se está produciendo, en estos momentos, entre fabricantes de terminales móviles -teléfonos y tablets-, desarrolladores de aplicaciones, impulsores de redes sociales y otros actores, que se disputan un mercado que supera el billón de euros anuales.

Para dar una idea de lo que esto representa y siguiendo con el símil futbolístico, resalta Campo Vidal que los beneficios de Apple en un trimestre podrían pagar el presupuesto del Real Madrid y del FC Barcelona durante 10 años, y que en términos de PIB, Apple sería el país número 27 del mundo.

La trama de la novela se desarrolla en este escenario de tensiones entre los grandes fabricantes de terminales móviles por la aparición de un nuevo material, el grafeno, más fino que un cabello, flexible como el plástico y duro como el diamante, y que supone una revolución en el mercado tecnológico.

La novela alimenta la hipótesis sobre la gran importancia que tendrá el grafeno como material revolucionario para fabricar teléfonos móviles o tablets, pues "personalmente creo que será así, y hará que ambos converjan en un único terminal, lo que ya se empieza a denominar como 'phablet', mezclando los términos phone y tablet", asegura el autor.

En este sentido, Luis Campo apunta que los móviles y las tablets, que ya influyen mucho en nuestras vidas y transforman nuestra conducta y forma de relacionarnos "nos influirán todavía más en el futuro".

Tras un encargo profesional a Alexia Hurtado por parte de un exmilitar norteamericano que presta "servicios de inteligencia" a empresas privadas, el lector viajará desde Barcelona a Londres, Israel y a la legendaria ciudad de Petra, en Jordania.

La Tablet Mágica (Éride Ediciones) sigue las pautas de las anteriores novelas de la serie, con un frecuente cambio de escenarios, un estilo directo y ágil, algunas referencias gastronómicas y un grupo de personajes secundarios alrededor de la protagonista ya reconocibles por el lector.

Revela Luis Campo que los casos de Alexia Hurtado han interesado a alguna productora televisiva y que incluso se hizo un guión para rodar una "tele movie", aunque finalmente no salió adelante por una cuestión de restricciones presupuestarias de una cadena, si bien no descarta que el proyecto se materialice más adelante.

Campo Vidal reconoce que los frecuentes viajes de Alexia Hurtado son un inconveniente a la hora de grabar una película o una serie de televisión, por lo que no descarta que los productores le sugieran que, en lugar de viajar a Petra, "la llevemos a un dar un paseo por El Prat, que tiene prácticamente las mismas letras y saldría mucho más barato", concluye con ironía el autor.