Sue Grafton: 'Siempre hay historias detrás de una mujer de éxito'

[El Mundo, 17 de febrero de 2014]

La autora de las 'Novelas del alfabeto' reescribe su propia vida en el puñado de relatos criminales de 'Kinsey y yo'

Daniel Vázquez Sallés

Pocas escritoras sabrían recitar el abecedario con la rapidez de Sue Grafton. Su 'alter ego', la detective de ficción Kinsey Millhone, lleva más de 30 años protagonizando las 'Novelas del alfabeto' que firma su creadora. «Cuando empecé a escribir no había muchas mujeres detectives, pero a pesar de ello, no me siento una pionera en el género de novela negra protagonizada por una mujer». Lectora desde su juventud de clásicos del género como las novelas protagonizadas por Lew Archer, a Grafton no le hubiera importado crear un protagonista masculino cínico y desencantado como marcan los cánones del género policial. «Pero, a la larga, me di cuenta de que una detective aportaba una visión distinta a los procesos de investigación», dice Grafton. La primera novela de la serie se tituló 'A de adulterio'; la última, 'V de Venganza'.

Gracias a Grafton, Milhone ha hecho un pacto con el diablo y envejece un año por libro. Cuando empezó a escribir las novelas interpretadas por su detective, ambas tenían la misma edad. Pero cuando termine la última novela 'Z de ...', Grafton será una dulce anciana contemplando las olas que golpean las playas de la exclusiva localidad californiana de Montecito, y Millhone una cuarentona dispuesta a volver a recorrer con sus investigaciones las letras de un abecedarioque como una rueda denticular, nunca descansará mientras existan criminales que le hagan dar vueltas formando un círculo poco virtuoso.

Mucho se ha dicho del parecido entre el pasado de Millhone y el de su creadora. Una infancia con la licencia para soñar como único pasaporte, unos padres alcohólicos, matrimonios prematuramente fracasados, y cuando la vida parecía la ruleta en la que apostar y perder, una ficha con la 'A de adulterio' las unió para siempre y les dio una segunda oportunidad. La escritura es capaz de convertir los panes en peces.

Grafton y Millhone tienen millones de seguidores en el mundo, pero faltaba el libro que las uniera para siempre a los ojos de los lectores ansiosos por conocer la verdad. 'Kinsey y yo', el último vástago literario de la colección, es mucho más que una recopilación de relatos destinados a glorificar las capacidades detectivescas de la Millhone. Y lo es por Kit Blue, personaje con el que la autora de Louisville toca sin remilgos el espejo de su memoria más íntima. Si ese desnudo integral era necesario, sólo lo sabe Sue Grafton. «Muchos lectores me dicen que soy una mujer con suerte y no los culpo. Tengo un marido maravilloso, unos buenos hijos, una carrera literaria exitosa. Pero siempre hay una historia detrás de una escritora de éxito». Y en la historia pretérita de Grafton, lo prosaico se antepuso a lo poético: con un pretérito tan desafortunado, cualquiera hubiera elegido un pseudónimo como el de Kit Blue para protegerse.

Dividido en dos partes, 'Kinsey y yo' (editado por Tusquets)puede leerse como si tuviéramos en las manos dos libros en uno, maridados por las necesidades de una autora de cumplir un contrato con su editor. Dos almas enfrentadas, dos almas unidas por el pasado. El ficticio y el real, aunque nadie está obligado a decidir si quiere más a papá o a mamá.

Pero si se tratara de escoger a mamá por encima de papá, los relatos de Kit Blue recorren con precisión la relación de una joven con su madre alcohólica, fumadora y enferma de cáncer que terminará quitándose la vida con la tranquilidad de quien escribe el epitafio de un ser ajeno. Una tragedia que Grafton ha sabido superar con pundonor mediante la escritura. «Escribí estos relatos tal como venían a mi mente y luego los reorganicé para darle un sentido cronológico. Para convertir las experiencias personales en una ficción, muchas veces se necesita ser muy cuidadoso a la hora de darles forma». Tras leerlos, a uno le queda la sensación de que está frente a una gran novela inacabada.

Kit Blue es una sorpresa para cualquier lector, pero los acérrimos de Kinsey Millhone no deben afligirse. En los nueve relatos protagonizados por la detective convergen todos aquellos elementos que han caracterizado las grandes novelas del alfabeto. «Aunque», aclara Grafton, «los relatos necesitan de una energía que no es siempre fácil de encontrar». El último lo escribió en 2003.

En las nueve narraciones, la avaricia, los celos y la venganza son parte intrínseca de los hombres y las mujeres. Y frente a los corruptos y corruptores de una sociedad corruptora y corruptible, Millhone es una detective que siempre transmite al lector ganas de sobreponerse a las tragedias de la condición humana. Mujer poco convencional, sorprende su amor por comer grasas saturadas. «Como es un personaje de ficción, puede comer lo que le dé la gana sin el temor de una muerte prematura». Son palabras de Grafton, la dueña de los malos hábitos de Millhone. «El buen vino y la buena comida forman parte del placer de estar vivo. «Por más cuidadosos que seamos, todos vamos a morir», añade sin remilgos.

Kinsey y yo es un buen libro de relatos detectivescos y autobiográficos. Y especialmente recomendables son las dos introducciones y el intermedio. Tres breves 'master class' que ayudarán a entender las razones por las que una autora apasionada ha convertido la escritura en una necesidad existencial.