Perry, Márkaris y Arnott capitanean la nueva edición del festival del crimen literario de la Ciudad Condal
David Morán
Nada mejor que la semana más gélida e inclemente del año para acabar de ambientar la que, desde hace ya unos cuantos años, era la semana más negra y criminal del año. Porque eso y no otra cosa es BCNegra, una gran convención del crimen literario que sume a la capital catalana en una negrura solo comparable a la muerte del sol.
Otra cosa son los matices, del gris pálido al negro azabache pasando por inevitable rojo, que quieran imprimir autores como Anne Perry, Petros Márkaris, Jake Arnott, Jeffrey Deaver, Inger Wolf o Carlos Zanón, ilustres embajadores en esta suerte de ONU negrocriminal que hasta el próximo fin de semana leerá de arriba abajo y de izquierda a derecha los cómo y porqué del thriller contemporáneo.
En realidad, BCNegra ya echó a andar la semana pasada con la inauguración de una exposición dedicada a la revista «Gimlet», dirigida por Manuel Vázquez Montalbán, y una mesa redonda sobre Barcelona y su condición de capital del crimen literario, pero será a partir de hoy cuando el programa comience a deslizarse pendiente abajo hacia los bajos fondos gobernados por las mafias rusas y los gángsters londinenses. De lo primero darán buena cuenta el comisario de los Mossos d'Esquadra, Josep Trapero, el fiscal José Grinda y los periodistas de ABC Cruz Morcillo y Pablo Muñoz, mientras que lo segundo quedará en manos de Jake Arnott, intrépido explorador de la cara menos amable de Londres que, tras la caída del programa del fiero David Peace, se las verá con el escritor Andreu Martin y con el reciente ganador del Biblioteca Breve, Javier Calvo.
Autores nórdicos
El furor por los autores nórdicos, culto creciente antes incluso de que Stieg Larsson se convirtiese en el autor más paseado por los metros de ciudades y capitales, se materializará este año en el desembarco de los suecos Roslund & Hellström, atípica pareja literaria formada por un periodista y un ex recluso y autores de un bombazo llamado «Tres segundos», así como en ramificaciones danesas —Jussi Alder-Olsen e Inger Wolf— y noruegas —Gunnar Staalesen—.
Fríos como el metal son también los asesinos en serie a los que tratarán de analizar Jeffery Deaver, creador del detective tetraplégico Lincoln Rhyme; y Karin Slaughter, discípula aventajada del thriller forense patentado por Patricia Cornwell, mientras que en el extremo opuesto se sitúan Maurizio di Giovanni y Marco Malvaldi, italianos de sangre caliente llamados a recoger la herencia de Andrea Camilleri y cubrir la baja del inspector Montalbano.
Otro clásico de la novela negra, el griego Petros Márkaris, recibirá en Barcelona el VII Premio Pepe Carvalho y aprovechará para conversar con Lorenzo Silva sobre la situación que vive su país, más o menos lo mismo que hará José Luís Correa y Alexis Ravelo cambiando Grecia por las (aparentemente) tranquilas y soleadas Islas Canarias.
Donde rara vez se pone el sol es en las brumosas novelas de Anne Perry, gran dama del crimen victoriano con una vida digna de novela negra —pasó cinco años entre rejas por participar en el asesinato de la madre de una amiga—, que compartirá historias detectivescas y crímenes entre la niebla con el periodista de ABC Sergi Doria. Y en un encuentro en el que, según parece, todo el mundo es culpable hasta que se demuestre lo contrario, los crímenes de la alta sociedad también tendrán su espacio en una mesa en la que Maruja Torres, Claudia Piñeiro y Teresa Solana tratarán de descubrir por qué matan los ricos. Además de por dinero, se entiende.
No acaba ahí la cosa, ya que, antes de que esos mejillones negros como el betún que despacha Paco Camarasa en la librería Negra y Criminal echen el cierre a BCNegra, aún habrá tiempo para ver en acción a la unidad canina de los Mossos d'Esquadra reivindicar el valor de colecciones de novela negra como «La cua de palla» y «Crims.cat» o calibrar la importancia de la neurociencia para tratar de entender las motivaciones criminales
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