Éste es su año. Escritora, periodista y mujer de armas tomar, que no se encoje ante nadie, esta aragonesa afincada en Barcelona es también la responsable de la celebrada web de pensamiento y crítica literaria Sigueleyendo. Acaba de publicar ‘Las niñas perdidas’, le llueven los premios y su web recibe cada día más visitas.
Victoria Flores / Fotos: Marta Calvo
Cristina Fallarás (Zaragoza) es una escritora implacable y una de las pocas periodistas que cumplen con la que debería ser la misión última de cualquier comunicador de nuestros días: incomodar. Como feroz crítica de la realidad, se ha enfrentado infinidad de veces a los poderosos de turno, sin importar que fueran los propios dueños de los medios para los que trabajaba. Es, de lejos, la pluma más incendiaria de ‘Ellas’, el nuevo blog de mujeres del diario ‘El Mundo’, que tiene en sus filas, entre otras, a Alaska y Rosa Regás. Desde hace unos meses, Fallarás dirige también la exitosa web literaria Sigueleyendo, en la que ha reunido a escritores y periodistas tan contestatarios como ella. Es una mujer atractiva y temperamental, que no se casa con nadie, aunque haya seducido ya a media España. Por eso, defiende desde su web un periodismo independiente, ajeno a intereses comerciales y políticos. Por si fuera poco, su última novela, ‘Las niñas perdidas’ (Roca, 2011) acaba de ganar el último Premio Internacional de Novela Negra L“H Confidencial.
Tu última novela, ‘Las niñas perdidas’, golpea sin piedad.
Me sale así. Es una novela negra en la que una detective embarazada debe investigar la desaparición, tortura y muerte de dos hermanas de 3 y 5 años. Ya, un poco bestia. Ver en la prensa los casos de pornografía infantil me llenó de una rabia sin fondo y éste es el resultado: una historia sobre una Barcelona oscura, para muchos desconocida.
Escribiendo sobre lo que escribes, ¿hay algo que te intimide?
Sí. A mí me intimidan los malos, los verdaderamente malos. Hay malas personas, cretinos, imbéciles, mezquinos, etcétera, y luego están los Malos, con mayúscula. No es fácil cruzarte con ellos, porque son poderosos, pero cuando lo haces, sabes que debes apartarte inmediatamente. Como tu detective, tú también lidias con el mal todos los días, además de ser madre y currante.
¿Cómo llevas la conciliación?
La conciliación es una mierda y no existe, lo que debería ser contradictorio pero no lo es. Llevo bien lo de madre currante porque mi trabajo me lo invento yo y lo hago cuando, donde y como quiero. Con los sueldos que hay y las condiciones laborales, si alguien decide tener hijos, es que ha heredado o está loco. Tienes dos novelas más terminadas, entre varios otros proyectos en marcha.
¿A qué se debe tal incontinencia?
Se debe al paro. He enlazado dos despidos más o menos consecutivos y soy hiperactiva. Trabajar no deja de ser una forma de llenar el tiempo para no pasarlo bebiendo y con los amigos. Por eso escribo como una fiera, por mi hígado.
¿Qué es Sigueleyendo, además de un vendaval de aire fresco para el medio?
Internet pone en nuestras manos los mecanismos para crear medios de comunicación. O sea, poder. Eso hasta hace nada requería la participación de un capital considerable, cuando no de un grupo con intereses económicos y políticos. Ahora, cualquiera con ideas e inteligencia puede hacerlo. Sigueleyendo intenta recuperar la figura del escritor como intelectual de su época, desde hace algún tiempo suplantado por soplagaitas y rancios.
¿Necesitaba el mundo literario unas cuantas patadas?
Todo está cambiando. No me refiero a que los libros que lees sean de papel o tinta electrónica, eso es un detalle. Internet modifica la creación, que ya no depende de la industria. No hay más que estar atento a la actividad de los escritores en blogs, Twitter o Facebook. Todavía ni nos imaginamos la libertad creativa y de difusión que da la Red. Esto no ha hecho más que empezar, y me fascina. En tu web se hace buen periodismo. Para hacer buen periodismo hacen falta medios. O sea, dinero. Sigueleyendo es un artefacto montado con inversión cero. Publicamos buenos artículos porque tenemos buenos amigos. No sabría decirte quién está haciendo buen periodismo hoy. Si hubiera alguien, no habría existido Wikileaks.
Te cayeron demasiados palos por querer ser independiente, ¿no?
Llega un momento en el que tienes que plantearte formar parte de la empresa, o salir del entramado. De todas formas, yo creo que la mayoría de los palos me han caído por mi carácter.
¿Se censura en todos los medios o se censura más en unos que en otros?
Si tú trabajas en ese medio y pretendes difundir una información que afecte a uno de sus principios básicos, lo tienes jodido. Afecta al principio básico de ganar dinero, por ejemplo, que tú te metas con un partido político cuya influencia ayuda a que el periódico/radio/tele, gane dinero. Si eso es censura, existe en todos los medios de comunicación, y ésa es la base de su funcionamiento. Eres un animal político pero, sin duda, estás fuera de cualquier etiqueta partidista.
¿Crees que hacen falta nuevas estructuras políticas?
Creo que la democracia occidental se encuentra en un momento difícil por culpa de la falta de preparación e inteligencia de las personas que se dedican a la política. A derecha e izquierda. La sociedad del bienestar y el consumo ha convertido todo esto en un páramo donde cunden la obediencia y los intereses de partido. No sé si hacen falta nuevas estructuras. Una población y una clase política que han permitido a los gobiernos –el español se lleva la palma– utilizar el dinero de los ciudadanos para tapar los (falsos) agujeros de los bancos no me despierta ningún tipo de esperanza.
¿Lees en papel o en digital?¿Cómo ves esta lucha de soportes?
Leo en papel. La lucha es una soberana tontería. Las editoriales españolas se resisten a digitalizar porque son conservadoras, pero les quedan un par de meses. Vivimos en Internet, así que allí compraremos e intercambiaremos los libros, nos informaremos y opinaremos.
¿Tú conoces a alguien hoy que se compre una enciclopedia?
Creo que el único problema para el autor es saber cómo y cuánto va a cobrar. Sé sólo de cuatro o cinco escritores que viven de sus libros, y conozco a centenares.
¿Las mujeres leen más y prefieren leer a mujeres?
Entonces, ¿también venden más? Venden más los hombres y leen más las mujeres. Venden más los hombres porque hay más hombres publicados y más hombres críticos literarios y más hombres periodistas y más hombres libreros. Y eso se realimenta. Leen más las mujeres, algunas porque son más listas, otras porque tienen complejo y lo llenan de libros, y otras porque dedican mucho menos tiempo que los hombres a mirarse los genitales y al deporte en la televisión.
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