Los premios literarios de novela negra han proliferado en España.
¿Hay una fórmula para alcanzar el éxito en el género negro?
David Yagüe
Piensen en el crimen perfecto o en cómo evitarlo, y escríbanlo. Quizá puedan optar a los 125.000 euros que ofrece el premio de novela negra más dotado o a otros tantos galardones, que con menos dinero también ofrecen un buen pellizco. No es un reto fácil.
Los premios de novela negra no son tan conocidos ni tan generosos como los premios literarios más generales, pero este género lleva muchos años de moda (o quizá siempre lo ha estado) y los premios han ido proliferando. Se trata de premiar novelas inéditas (también hay premios para las novelas publicadas como el estadounidense Edgar o los españoles de la Semana Negra de Gijón) y promocionarlas. No son pocos, en la última década han nacido el premio Internacional de novela negra RBA (publicado por el sello de mismo nombre), el L'H Confidencial (Roca Editorial), el Ciudad de Carmona (Almuzara), el Ciudad de Getafe (Edaf) o el Francisco García Pavón (en su nueva época en la editorial Rey Lear).
Los premios literarios suelen tener una cierta mala prensa (de estar dados de antemano, de favoritismos, etc.). ¿Ocurre lo mismo con los premios de novela negra? "Por lo general, no están tan contaminados por los intereses económicos que envuelven a aquellos que fallan los grandes sellos editoriales; su problema radica más en dar con autores de valía y conseguir luego que tengan un mínimo de repercusión mediática", explica el periodista y crítico Antonio Lozano, autor del blog Lo leo muy negro. En cualquier caso, como en todo, puede haber muchas dudas y cada caso es diferente.
Estudiando los últimos ganadores de los galardones es imposible (y hasta frívolo) intentar encontrar una fórmula común para el éxito. El género negro ha abierto mucho sus límites hasta englobar obras radicalmente distintas.
El RBA -el de mayor dotación del mundo con 125.000 euros- ha recaído en el adictivo thriller Alta tensión, de Harlan Coben, siguiendo su estela de premiar a autores muy reconocidos y en muchas ocasiones de la casa. Ahí están autores como González Ledesma, Camilleri o Phillip Kerr para dar buen nivel al galardón.
Otro premio, el L'H Confidencial (con 12.000 euros de premio) lo ha ganado la periodista Cristina Fallarás con la cruenta y desesperanzada Las niñas perdidas, ambientada en una siniestra Barcelona. En este galardón se han premiado en los últimos años desde debuts editoriales a habituales del género como Julián Ibáñez.
¿Tienen algo en común el suspense de Coben, con sus deportistas de élite, sus estrellas de rock y secretos del pasado, con la novela de Fallarás, llena de amargura y crímenes atroces en el submundo hampón barcelonés? Salvo que a las dos las clasifican como novela negra, poco. "No hay reglas, todo es cuestión de estilo y argumento", sentencia el escritor Fernando Martínez Laínez.
Tendencias, sí; fórmula, no
Sin embargo, si estaba ilusionado por encontrar el quid de todo esto y cumplir su sueño 'negro', no desespere. No podemos dar con la clave del éxito en el género, pero intentaremos encontrar las tendencias que lo marcan en la actualidad de la mano de un librero, Juan Escarlata, que lidia cada día con cientos de volúmenes en las estanterías de su libra temática, Estudio en escarlata en Madrid.
¿Autor?: el género se debe a autores sobre todo anglosajones y eso continúa: "Se publican más extranjeros, sobre todo anglosajones. Aunque hay muchas modas, ahora están descubriendo a autores australianos. Y la moda de los nórdicos, que aún continúa".
Protagonista, ¿policía o criminal?: "Apenas hay novelas protagonizadas por los criminales, salvo alguna de Westlake o las de Hannibal Lecter. Lo normal son policías, en las novelas europeas, o detectives, en las norteamericanas".
¿Estilo?: aquí es donde hay más variedad, pero algunos recursos clásicos nunca mueren. "La narración en primera persona se sigue llevando", asegura este librero.
¿Denuncia social?: aunque se suele relacionar la novela negra con la denuncia social, "pocos autores buscan hacer novela social", aunque haya contenido crítico. "Solo los novatos utilizan como argumento la denuncia social o la trascendencia".
¿Extensión?: "La media son novelas de entre 350 y 400 páginas", explica Juan Escarlata. "Menos de 300, no, y esa es la razón de que se traduzca muy poco de la novela negra francesa, que suele ser muy intensa, pero no suele llegar a 200 páginas, salvo casos como Jean Christophe Grangé, autor de Los ríos de color púrpura o a Fred Vargas. Novelas tan extensas como las de la serie Millenium de Stieg Larsson, existen pero son más excepionales.
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