[La Vanguardia / Culturas, 9 de agosto de 2006]
Lilian Neuman
Durante estos últimos dos años Barcelona fue escenario de dos encuentros internacionales de novela negra. Además, y como cada año, tuvo lugar la Semana Negra de Gijón y la novedad del I Congreso de Novela y Cine Negro en Salamanca. A esto hay que añadir la creación de dos nuevos premios. Uno de ellos, el I premio Internacional Ciudad de Carmona, el otro el premio L’H Confidencial.
Si el lector acude a la web www.negraycriminal.com o a www.gangsterera.free, o si simplemente escribe ‘novela negra’ en el buscador, se sorprenderá de cuantas firmas diversas escriben sobre este género que tiene la bondad de escabullirse por lugares inesperados y, a la vez, sigue empeñado en crecer y multiplicarse.
Editores, autores y lectores están celebrando su propia fiesta de la diversidad. Hasta no hace mucho, los nuevos autores extranjeros eran el escocés Ian Rankin (RBA) o la americana-inglesa Elizabeth George (Roca). En cambio que se tradujera ‘La primer mujer detective de Botswana’, creada por un escritor nacido en Zimbabue llamado Alexander McCall Smith (Umbriel y La Campana), no era un hecho muy usual.
El mundo anglosajón seguirá dando nuevas noticias (una de ellas, y excelente, los libros de John Connolly en Tusquets, y todo aquello que lleve el sello RBA). Pero otros mundos han parecido en el nuestro. Editoriales como Barataria y Almuzara –también Roca, y Ediciones B, y la lista sigue– traen noticias de todos los lugares del Planeta. Las editoriales Akal y Límits dieron a conocer –de esto hace más de dos años– al francés Jean-Claude Izzo, autor de una trilogía que sucede en un escenario poco habitual y sin embargo tan fuerte como Marsella, con sus mafias y sus conflictos inmigratorios.
Este año la editorial Almuzara descubre a los lectores españoles al escritor chino Qiu Xiaolong, autor de ‘Muerte de una heroína roja’, una historia que penetra en la China de los noventa. Ediciones B vuelve a publicar a Milos Urban, un autor checo que describe una Praga que no coincide con la de las agencias de viajes. Tropismos, desde Salamanca, publica las series de los comisarios italianos Bordelli (Marco Vichi) y De Luca (Carlo Lucarelli).
Entre bastidores se ha dicho que España no es el primer país europeo de lectores del género. Pero, si esto no es auge, ¿qué es? ¿Acaso en el pasado un conseller de Cultura citaba naturalmente a un autor de novela negra en su discurso? ¿Y era normal que el alcalde recordase con nostalgia el lado más negro de su pujante ciudad? Si siempre se ha afirmado que la novela negra es, sobre todo, novela social, nunca como hoy se la señala, y con vehemencia, como veraz y desinteresada cronista de nuestros convulsos tiempos –a escala mundial–, unos tiempos que a menudo se vuelven ininteligibles al abrir la página del periódico.
Y a escala mundial es la oferta de este año, más los escritores locales que antes o después serán traducidos a otras lenguas. Para todos vale lo mismo: no hay lugar perfecto en esta tierra, y esto nos lo avisó hace años el consagrado Henning Mankell, que tuvo el honor de dejar en ridículo a todo aquel que seguía creyendo en la idea de una Suecia aseada, evolucionada y perfecta.
Las noticias de todas partes seguirán llegando. Esto trasciende el mero gusto por lo exótico, lo remoto y lo diferente (¿quién tuvo la mala idea de apelar al calificativo de ‘étnico’?). Y posiblemente trascienda la ley global por la que usted, lector, si consigue gastronomía de lugares remotos en la esquina de su casa, también puede saber de la desintegración de la familia en Islandia.
En el fondo de tanta producción –¡cuántos escritores y cuántos admiradores y filósofos! ¡Y Jiménez Losantos escribe sobre novela negra!– hay algo que no debe obviarse: mientras no se pueda estar tranquilo en ningún sitio (pobreza, corrupción, corrientes inmigratorias y, desde luego, más de un psicópata), habrá género negro. Negro que nos llega de todas partes, negro de aquí al lado y, sin afán de pesimismo, negro cada vez más negro.
Les darreres ressenyes de l'any, negrots
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Bon dia, negrots. Aquí teniu les darreres ressenyes del 2024.
Aprofito per desitjar-vos unes bones festes.
*Àcars, de Jordi de Manuel*
No em va dura...
Fa 5 hores
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