En el otoño de 1939, el juez William Hereward Barber del Tribunal Supremo recorre el sur de Inglaterra presidiendo casos de municipio en municipio. Cuando una carta le advierte sobre una inminente venganza sobre su persona, el magistrado le resta toda importancia, atribuyéndola sin duda a algún inofensivo lunático. Pero al recibir el segundo anónimo, seguido esta vez de una caja de bombones envenados, Barber empieza realmente a temer por su vida. Será el abogado y detective aficionado Francis Pettigrew; probo, poco exitoso y enamorado en su día de la esposa del juez, quien intente desenmascarar al autor de las amenazas, antes de que sea demasiado tarde.
Tuit:
Està bé que un escriptor parli del que coneix. En aquest cas, potser el jutge Cyril Hare va novel·lar una de les seves pors com a jutge: la venjança d'un condemnat.
0 comentaris:
Publica un comentari a l'entrada