Introducción a cargo de
Conrad Izquierdo[1]
Biblioteca la Bòbila, 7 de abril de 2017
Buenas tardes!
Debo agradecer en primer lugar, que Arturo
Daussà haya pensado en mí para introducir el acto de presentación de su última
novela, Dime la Verdad.
Entiendo que las palabras que arropan
la presentación de un libro no deben discurrir por el camino de desvelar el
placer subjetivo que he sentido al leer la novela pues ese es un trayecto que
cada lector tiene que recorrer por sí mismo. Tampoco se trata de hacer una
revisión literaria del texto.
Me interesa enfocar este preámbulo al
comentario que Arturo Daussà nos va a ofrecer sobre su novela, como un diálogo
que nos ayude a entrar en el taller de producción de la obra y conocer algunas
de las claves utilizadas para garantizar el milagro de abrir la necesaria
díada, autor-novela (escribo para mí), al espacio multidimensional
autor-novela-lectores: escribo para y
con los lectores en un contexto marcado por la realidad negra y criminal.
Pero antes de entrar en el juego
serio de las preguntas, deseo dejar constancia de lo laborioso que es llegar a
formar parte del ámbito social de la literatura
narrativa (escritores, editores, críticos, distribuidores, libreros, etc.) como
miembro de pleno derecho.
Desde su primera publicación, Mare Nostrum en el 2001, han pasado 16
años. No son muchos. Durante este tiempo
y a partir de sus sucesivas publicaciones
Arturo Daussà ha demostrado que tiene “talento”, es decir, él lleva una carga
interior de motivación, constancia, ideas, emociones y experiencias que
engendra cuajos “madre” con un buen potencial creativo. Pero además, Arturo
Daussà está comprometido con la maestría: aprende y quiere seguir aprendiendo
en cada nuevo movimiento. La combinación
de talento y maestría es lo que podemos observar en la evolución de su propuesta
literaria.
Actos como el de hoy y sus efectos,
son impulsos orientados a movilizar el apoyo social (stakeholders y lectores) para promover y potenciar la visibilidad
de la obra que se presenta. Así, lo que
realmente importa en este momento es escuchar la palabra del autor sobre su
libro y su actividad de escritor, la cual es firmada en cada ejemplar para
identificar la pertenencia del lector a la cadena de seguidores-testigos.
-
Mi
primera curiosidad como lector de Dime la Verdad es saber si hay o no hay
alguna forma de continuidad (temática, personajes, ambientes,…) con las
publicaciones anteriores. En la novela
negra la creación de “sagas” o el recurso a las procuelas están presentes en
autores destacados como Henning Mankell, Jo Nesbo, Manuel Vázquez Montalbán o Paco
González Ledesma. ¿Hay alguna forma de
continuidad en tu obra?
[AD] En cuanto a la continuidad a que te refieres,
sí la hay en mis novelas. Solamente que el hilo
conductor en mis libros no se refiere a la figura típica del detective, como
pudiera ser el inspector Kuro de Mankell o Harry Hole de Jo Nesbo o por citar
al simpático Pepe Carbalho de Vázquez Montalbán o el sabueso Méndez de
Ledesma. El hilo conductor al que me he referido es que en todas ellas denuncian
alguna situación crítica de la sociedad.
Es decir,
en Vivir al filo se aborda la
evasión de capitales, en Nada aparece
el tema de la violencia de género, en Dime
la Verdad la ocultación de medicinas más efectivas y baratas, por ponerte
un ejemplo.
No obstante, y dicho esto, debo
decirte que hay un personaje en todas mis novelas que es un detective corrupto que
se llama Carlos Piedrahita, que aparece de alguna manera en todas ellas, y que
seguirá figurando en las futuras obras.
-
La
clasificación de Dime la Verdad como un ejemplar de novela negra, no sé hasta
qué punto puede plantear un problema de elección dentro de ese género. ¿Qué
opinas de la postura que adopta Paco Camarasa cuando dice: “No hay género más
pegado a la realidad que el negro y criminal, que nos es policiaco, que no es
de enigma”? (El País 22/11/2016).
[AD] Bueno en realidad ya te he contestado esta cuestión. Estoy totalmente de
acuerdo con Camarasa. Yo concibo la novela negra del siglo actual, como un
relato más amplio que el típico de crimen en la primera página, detective,
policía etc. Quiero decir que ahora, por lo menos para mí, utilizar la novela
negra como soporte para de paso criticar las anomalías de nuestra sociedad y
entrar dentro de la cabeza de los personajes que las practican o las combaten,
intentando que el lector viva de primera mano las motivaciones del porqué de sus
alegrías, pasiones, odios, envidias, amores, desamores… para no extenderme… de
todo lo que compone la vida. Todo eso es lo que yo entiendo como novela negra
de los tiempos que vivimos.
-
¿Cuándo
has escrito esta novela tenías en mente algún referente como guía, analizador o
catalizador de tu creación?
[AD] Esta pregunta está relacionada con
las anteriores. Cuando me decido a escribir una nueva novela parto de un hecho
significativo, en casi todos son cosas reales.
Eso es como el primer grano de arena para construir la playa que voy
realizando sobre una estructura clásica de narrador, escaleta etcétera,
fichas de personajes, agenda de investigación, etc.
Lo que sucede es que al poco de empezar a investigar surgen historias,
como afluentes que aportan agua al río principal, de modo que el proyecto
inicial de construir la playa continuamente se va cambiando con otras nuevas
máquinas que mejoran y enriquecen la construcción final.
Y eso no se produce solamente por los datos nuevos que aporta la
investigación sino por los propios personajes que al cobrar vida me piden que
respete su personalidad.
-
Estoy
pensando en un pasaje central de tu novela en el que el
protagonista Iván responde sin palabras y con un gesto de gran dureza a su
padre, Félix, cuando le cuenta la verdad sobre su familia… Y esta es la
pregunta, ¿por qué el hijo desaparece de la escena “como en las películas de
brujas” sin dar opción a que su padre busque el perdón? ¿Es un recurso que forma
parte de las duras ocurrencias escandalizadoras (boutade) del género negro? ¿No hay remisión para el mentiroso
cuando cuenta la verdad?
[AD] Es una cuestión difícil de responder. Hay que conocer a fondo las
circunstancias de Iván. Descubrir lo que fuiste en el pasado y el daño que
dejaste y tener esa segunda oportunidad para cambiarlo, y por otro lado
escuchar la tremenda historia de tu familia que te han ocultado es como querer
meterse debajo de una ducha helada, sin hacer ningún gesto de incomodidad. Es
complicado pedirle a Iván que perdone a su padre que es el que ha impulsado el
grifo de agua helada.
Preguntas si no hay remisión para el mentiroso cuando
cuenta la verdad, te he de decir que el tiempo es un buen bálsamo reparador, y
eso es lo que Iván necesita y quizás con la ayuda de Jessica llegue a
conseguirlo. Pero hasta aquí puedo explicar.
-
¿Qué ha tenido que pasar para escribir este
libro basado en la mentira y el fraude?
[AD] Ha tenido que pasar que como te dije al principio sucediera algo. En
este caso conocí a un investigador médico, ya fallecido, que me contó que
estaba furioso porque varios preparados aun habiendo pasado todos los niveles,
estaban parados sin pedir la patente ni número de registro. Porque eso suponía
que al ser más baratos de producción literalmente eliminarían los que estaban
comercializados y eso significaba perder beneficios. Y eso no lleva a la
pregunta ¿El fin justifica los medios?
Eso es lo que motivó
esta novela.
-
Y,
por último, ¿quieres ser leído y recordado como autor de novela negra?
[AD] Hombre claro que quiero ser leído. No
sé si quiero que se me asocie como escritor de novela negra en el más estricto
sentido de la palabra, como ya te expliqué antes.
Lo que si te puedo decir es que no en vano me esfuerzo cada día para
encontrar esa línea sutil y tremenda que hay entre escribir bien o mal.
Por eso escribo con alegría e ímpetu viviendo intensamente la vocación, y
cuando algún lector me dice que al leer alguna de mis novelas le han saltado
las lágrimas o surgido una gran sonrisa, me parece que poco a poco me voy
acercando para encontrar esa sutil línea entre hacerlo bien o mal.
Muchas gracias, Arturo, por darnos
elementos clave que nos pueden ayudar a disfrutar de tu novela, y hablar de
ella y de su autor en nuestros entornos.
[1]
Licenciado en Filosofía y Psicología, Doctor en Psicología y Psicoterapeuta. Profesor
jubilado que sigue vinculado a la Facultad de Psicología y los Estudios de
Tercer Ciclo de la Universidad Autónoma de Barcelona. Creador,
impulsor y asesor en activo del doctorado europeo interuniversitario en
Psicología de la Comunicación y Cambio (UAB-UB). En la actualidad investiga,
entre otros temas, los relatos de personas que afrontan y superan situaciones
difíciles de diferente naturaleza: cáncer, separación-divorcio, iniquidad,
exclusión social, clases magistrales en aula universitaria…
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