El pasado 17 de enero arrancaba la tercera edición de Pamplona Negra, cuya andadura firme comenzó en 2015 bajo la dirección del escritor Carlos Bassas del Rey, continuación de un evento negrocriminal que dio comienzo con la Semana Negra de Gijón en un lejano ya 1988. Pamplona Negra inaugura en enero un calendario de festivales, semanas, jornadas y encuentros –cada año más– que tienen al género negro en el alma de quienes participan y en la de quienes asisten cómplices –como como en una novela criminal– y dan sentido a la misma existencia de esta singular apuesta por la cultura.
Pero si hay que reconocer el esfuerzo de quienes en la actualidad mantiene viva esta apuesta con el necesario esfuerzo económico de las instituciones que las apoyan y no pocas penalidades de trabajo –recompensadas por los amantes del género con su asistencia– de quienes dirigen y colaboran para construir el programa de cada año, con mayor razón es una fecha propicia para recordar y homenajear aquellas primigenias apuestas por el género negro.
La Semana Negra de Gijón en aquel lejano 1988 fue la madre de todos los festivales de novela negra que vinieron después y de los venideros. Este año se cumplirá su trigésimo aniversario. De aquella primera edición los más viejos recuerdan la ilusión de su ideólogo y director Paco Ignacio Taibo II y la inacabable nómina de grandes escritores que participaron, comenzando por los desaparecidos Manuel Vázquez Montalbán o Francisco González Ledesma y continuando por Andreu Martin, Juan Madrid, Fernando Martínez Laínez, José Luis Ibáñez o José Luis Muñoz (director a partir de este año de un nuevo festival de novela negra: Mountain Black) entre los que continúan regalándonos nuevas creaciones literarias.
Los homenajes deben ser eso, un gesto, un recuerdo, una mirada al pasado. Y si Gijón se merece ese recuerdo un 17 de enero, debemos recordar otro 17 de enero, el de de 1992, del que ahora se cumple el 25 aniversario: aquel día el alcalde de Plentzia inauguraba la que fue la continuación de la Semana Negra de Gijón: el primer Encuentro de novela y cine negro BRUMA NEGRA de Plentzia en una pequeña villa marinera de la costa de Bizkaia.
Para quienes no lo sepan, Bruma Negra fue el primer festival de novela y cine negro tras Gijón. Hubo una entrevista-coloquio en la que se repasó la obra literaria de Manuel Vázquez Montalbán y una mesa redonda sobre novela, cine y televisión negros moderada por Manuel Quinto en la que participaron Francisco González Ledesma, Andreu Martín, Juan Madrid y Fernando Martínez Laínez; la proyección de Barton Fink de los hermanos Cohen; y una “cena negra” con un menú diseñado por el inolvidable gastrónomo que fue Vázquez Montalbán compuesta por “sopa estilo madame Maigret”, “ensalada Stuyvesant como le gustaba a Philo Vance ”, “pato a la Nero Wolfe”, vinos seleccionados por Pepe Carvalho y licores elegidos por Philip Marlowe. El cartel de las jornadas fue diseñado por el pintor Julián Vallejo y se convocó el I Concurso de cuentos negros y relatos policiacos Bruma Negra al que concurrieron 41 relatos y se presentó el sello de novela negra “Luna Negra”.
La Semana Negra de Gijón sigue más viva que nunca y Bruma Negro tuvo que morir para no bajar el listón de sus primeras ediciones por razón de las restricciones presupuestarias, pero ha vuelto a resucitar como el Ave Fénix con el apoyo inquebrantable del ayuntamiento de Plentzia y el compromiso y la colaboración del equipo de un revista digital dedicada al género negrocriminal (en el que todos apoyan a un loco plentziano integrante del equipo que se empeñó en ser el resurrecionista de aquella apuesta cultural) que espera aportar desde las redes digitales lo que Gijón supuso para los aficionados al género. La revista Calibre.38 celebrara en la edición de este año (será en junio) el 25 aniversario de Bruma Negra, un poco más tarde de este pasado 17 de enero en el que cumple los años pero hoy es el día del recuerdo y de la mirada –que no puede dejar de ser negra como lo es la de los lectores que nos leéis– nostálgica.
Pamplona Negra se ha acordado también de la primera edición de Bruma Negra incluyendo en el programa el evento Gastronomía Negra el próximo sábado 21, una comida que no ha podido diseñar nuestro Manolo Vázquez Montalbán pero en la que sorprenderá el escritor negro y director del Departamento de Innovación de Arzak, Xabier Gutiérrez, quien oficiara a los fogones junto con Enrique Martínez Buron, chef del restaurante Tres Reinas.
Suerte a Pamplona Negra, la misma que la revista Calibre38 desea a todos los festivales de novela negra que son y que serán. Siempre.
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