Lindsey Davis. La mano de hierro de Marte. Traducción de Hernán Sabaté. Barcelona: Edhasa, 1993. ISBN: 84-350-0588-7
Año 71 d.C. En Germania, en los confines del imperio, ha estallado la insurrección. Detalles confusos van llegando a Roma. Persiste la ambigüedad sobre el papel que ha desempeñado la legión Gemina, la flor y nata de las legiones imperiales. Al tiempo que Tito César, el hijo de Vespasiano, seduce a Helena Justina, novia de Marco Didio Falco, éste, que últimamente no da golpe, es enviado a investigar el asunto. Falco debe entregar al jefe rebelde una voluminosa mano de hierro de una estatua del dios de la guerra. El obsequio simboliza la mano que se tiende en señal de amistad o el puño imperial dispuesto a aplastar la insurrección. Remontando el Rhin se adentrará en la Germania Libera, región plagada de tabernas y legionarios pendencieros y aviesos, para rescatar a un tribuno romano ofrendado por el jefe rebelde a una siniestra pitonisa tribal. Pero esto no es todo… Helena Justina reniega del empalagoso Tito César y se lanza a una arriesgada aventura en busca de su amado.
El ingenio y desparpajo con el que el educado, brillante y sarcástico Falco sale airoso de las misiones más arduas, y el fino humor con que se nos describen los enredos amorosos del private eye más famoso de la antigüedad no defraudarán a los lectores más exigentes.
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