Juan Sasturain. Manual de perdedores. Barcelona: Ed. B., 1988 (Cosecha roja; 2). ISBN: 84-7735-693-9
Cuando leí Manual de perdedores, yo, escritor inmerso en la cultura celtíbera heredera de tantos vicios y tantos traumas, una vez más sentí envidia del gran respeto que en Argentina se tiene y se cultiva por el género negro.
Porque aquí los autores policíacos podemos hacernos ilusiones, y salir en la tele, y organizar ferias y congresos, y hablar del bum de la novela negra, pero en el fondo, cuando se nos observa entre bastidores, cuando se nos pilla desprevenidos, nos delatamos con gestos furtivos, preguntas impertinentes: "¿Pero qué bum? ¿Pero, que dicen?". Ignorados por los críticos de la Literatura con mayúsculas (demasiado sabios, demasiado altos para nuestras modestias), y acogidos con paternal benevolencia y olímpico desprecio por los autores que sí escriben en serio, nos afanamos en construir seguros y confortables refugios antinucleares para defendernos de la agresión exterior. Y, mientras estamos absortos en esta tarea de urgencia, en este zafarrancho de combate, se nos salen los ojos de las órbitas, se nos va la vista con avidez babosa, se nos hinchan los pechos (los dos) de suspiros envidiosos, cuando vemos el desparpajo y la seguridad con que pasa y pisa un autor como Juan Sasturain.
Andreu Martín
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