Juan Sebastian Barriga
Jo Nesbø es uno de los escritores más reconocidos de la novela negra escandinava. A través de su personaje Harry Hole ha creado un universo de intriga, conflicto y asesinos en serie plasmado en diez libros. Su octava obra, El Leopardo, acaba de ser traducida al español y recientemente, el autor estuvo en Colombia para presentar a un sicópata que mata y tortura a sus víctimas de forma espeluznante.
Después de haber sido sedada con ketamina, Borgny Stem- Myhre, despierta asustada, confundida y con una bola de metal en su boca. Lo último que recuerda es que el hombre que la forzó a tragarse ese dispositivo de tortura llamado la manzana de Leopoldo activó un mecanismo que liberó unas patas que ejercen presión en su garganta y le dijo que, de ninguna manera, halara la cuerda. Borgny está atrapada. En un desesperado intento por liberarse decide jalar la cuerda y 24 agujas de siete centímetros atraviesan su cráneo: se ha convertido en la más reciente víctima de un asesino serial que ronda por Oslo.
Así comienza El Leopardo de Jo Nesbø, escritor, escalador y músico noruego, autor de casi una veintena de libros. En esta obra regresa su personaje más reconocido, Harry Hole, un detective de Oslo entrenado por la CIA, alcohólico, drogadicto y apostador. En esta ocasión se encuentra autoexiliado en Hong Kong tras apresar a otro asesino serial denominado como el Muñeco de nieve lo cual casi acaba con su vida y cordura. Hole decide regresar a Noruega no solo para intentar atrapar a este nuevo sicópata, sino para ver a su padre que está enfermo en un hospital.
Siguiendo con la tradición del antihéroe de la novela negra, Harry Hole es un hombre vicioso y atormentado por varios conflictos morales. “Hole es un personaje del que no estás seguro qué va a hacer en la siguiente página”, comenta Nesbø sentado en un hotel bogotano. “Cuando lo creé no quería tener un súper héroe moralista, sino un personaje que me produjera curiosidad, que tuviera dilemas morales, del que nunca sabes si va a hacer o no lo correcto”.
Los cuestionables métodos de investigación de Hole no solo le han creado varios enemigos dentro de la policía, que constantemente buscan boicotearlo, sino que también atormentan su mente y lo inducen a un comportamiento autodestructivo. “En el caso de Harry, sus oponentes no solo son el asesino y sus jefes sino que su mayor enemigo es sí mismo. Es interesante tener un personaje dividido por las dudas internas y que en muchos sentidos se odia. Por otro lado es un hombre del que es fácil fascinarse. Uno siempre tiene simpatía por los personajes autodestructivos, porque al compararnos con ellos nos sentimos afortunados”.
En 1997 Hole apareció por primera vez en el libro El hombre murciélago. Según Nesbø, en las dos primeras novelas no conocía bien a su personaje y a lo largo de toda la serie ha ido entiendo la personalidad de Hole la cual, para su sorpresa, sigue siendo muy similar a la que tenía en la primera entrega. El autor cuenta que muchas veces le preguntan si no está aburrido de escribir sobre el mismo tipo durante tantos años, a lo que responde: “Para mi es lo contrario: entre más detalles puedas crear sobre del personaje, más cosas puedes explorar acerca de él y va cobrando vida. Se vuelve cada vez más interesante porque vas escribiendo sobre un contexto de muchas páginas”.
En El leopardo, aparte de investigar los crímenes y competir con otro departamento de la policía noruega que quiere desprestigiarlo, Hole debe enfrentar la enfermedad terminal que sufre su padre. Un profesor con el que tiene una relación nefasta y distanciada pero ahora, al final de su vida, decide conversar con él y se da cuenta de que tienen mucho en común. “Este libro es el inicio de una trilogía que gira entorno a la relación padre-hijo. Harry nunca fue cercano a su padre, los dos son personas solitarias que prefieren sufrir solos a sufrir juntos. Cuando vas creciendo te vas dando cuenta que a pesar que tu padre puede ser muy distinto a ti y que representa todo lo que te disgusta, cada vez te vas pareciendo más a él, de eso se da cuenta Harry en este libro.”
Uno de los elementos más llamativos de esta novela es la gráfica descripción de los asesinatos y la capacidad de que tiene el autor de hacer sentir al lector la misma angustia que los personajes experimentaron antes de morir. A lo largo de las más de 600 páginas Nesbø no solo nos pone dentro de la retorcida mente del asesino, sino que también nos induce a la retorcida mente del investigador y nos hace cuestionar nuestra propia cordura al leer con tanta atención y gozo acerca de muertes tan violentas.
Nesbø reflexiona acerca de ese sicópata en potencia que tenemos todos adentro. El autor cuenta que “Cuando era niño había un chico en mi clase que le gustaba atrapar moscas y desmembrarlas con unas pinzas. Yo lo miraba y me preguntaba: “¿Qué está pasando en la cabeza de este tipo? ¿Qué es lo que le causa curiosidad? O ¿solo atrapa las moscas porque esta aburrido en clase? Pero la cosa es que el tipo llevaba unas pinzas al colegio, o sea lo hacía con un propósito, cuando este tipo estaba en su casa pensaba: “voy a llevar unas pinzas para desmembrar moscas” y eso es algo aterrador. Mientras reflexionaba acerca de esto me di cuenta que yo también tenía la misma curiosidad cruel de ese tipo. Cuando llegas a casa y te ves al espejo piensas, ¿acaso yo soy el sicópata?¿cómo pude ver esto sin hacer nada al respecto? Y es muy aterrador pensar en si hay un monstruo dentro de todos”.
El autor
Jo Nesbø nació en 1960 en la costa oeste de Noruega y a pesar de no ser alcohólico y apostador él dice que se parece mucho a Harry Hole. “Cuando empecé a escribir no me había dado cuenta que escribía acerca de mí mismo. Hay muchas cosas de Harry que son diferentes a las mías, pero después me di cuenta de que las cosas que pasan en su vida, son cosas que me pasaron a mí en ese tiempo. Y a muchos escritores con los que he hablado les pasa lo mismo. Es algo extraño”.
A parte de ser un autor reconocido, su banda también es famosa en Noruega. Nesbø formó Di Derre junto con su fallecido hermano y varios amigos del pueblo donde nació. Sus canciones pop rock suave hablan de la vida en este pequeño pueblo. Para Nesbo, la diferencia entre escribir libros y música radica en que, “cuando escribes una novela tienes que levantarte durante todo un año diciendo esta es una idea genial, si te levantas una mañana dudado de tu idea, ese es un mal día. Pero con una canción después de trabajar seis horas la botas y haces otra”.
Actualmente Nesbø se encuentra reescribiendo Macbeth, de Shakespeare, solo que según él se está deshaciendo de todos los elementos de Shakespeare para dejar el esqueleto de la obra. La obra está ambientada en los años setenta en una ciudad llena de polución y sumida en la corrupción donde no se lucha por el trono sino por el puesto del jefe de policía quien es el verdadero patrón del lugar.
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