Los pasillos más concurridos de las librerías sudafricanas ya no son los de novelas, sino la sección llamada "Africana", donde los ensayos de política local comparten espacio con el nuevo fenómeno editorial del país austral: el crimen de no ficción.
Marcel Gascón
Los pasillos más
concurridos de las librerías sudafricanas ya no son los de novelas, sino la
sección llamada "Africana", donde los ensayos de política local
comparten espacio con el nuevo fenómeno editorial del país austral: el crimen
de no ficción.
"El libro de Mandy
(Wiener), 'Killing Kebble' ('Matando a Kebble'), abrió el apetito del público
por este tipo de escritura", comenta a EFE Barry Bateman, periodista de la
emisora "Eyewitness News" que acaba de firmar junto a la escritora el
próximo 'hit' del género: un libro sobre el caso Pistorius.
Publicado en 2011,
"Killing Kebble" reconstruía el asesinato a tiros seis años antes del
magnate minero sudafricano Brett Kebble, descrito por sus propios ejecutores
como un "suicidio asistido" encargado por la propia víctima.
"Las actividades
alrededor del caso parecían sacadas de una película deHollywood, era todo muy
del estilo de la mafia y estaba pasando justo delante de nosotros", cuenta
a EFE Wiener.
"Disfruté mucho
sentándome con el autor confeso del crimen, Mikey Schultz... Fue increíblemente
abierto al contarlo todo", rememora Wiener, quien además de seguir el
juicio retrató el submundo violento del East Rand de Johannesburgo y pintó
estampas inolvidables de los porteros de discoteca o la mafia israelí.
Junto a este libro, en
las librerías sudafricanas suele encontrarse "Finish and Klaar", una
expresión en lengua afrikaans que el periodista Adrian Baason utilizó para
titular su crónica sobre la caída y condena por corrupción del jefe de la
Policía nacional y presidente de la Interpol, Jackie Selebi.
El abogado defensor
brillante y maquiavélico comparte protagonismo con detectives y fiscales
justicieros, roles también presentes en "Los crímenes de
Griekwastad", de Jacques Steenkamp.
Steenkamp detalla aquí
su exhaustiva cobertura del juicio al adolescente de 15 años que, el Viernes
Santo de 2012, mató a tiros a sus padres y su hermana de 14 años, según el juez
para ocultar la violación de la menor en la granja familiar.
Otro de los puntales del
crimen de no ficción sudafricano es la reportera de la cadena de televisión
eNCA Karyn Maughan, que cuenta de sí misma que empezó su carrera
"trabajando en una morgue".
Maughan recreó en
"El monstruo de Modimolle" la historia de Johan Kotze, condenado a
cadena perpetua junto a sus compinches por encargar la violación en grupo de su
mujer y asesinar al hijo de 19 años de esta.
"Sudáfrica -donde
cada día se cometen 47 asesinatos, según las últimas estadísticas policiales-
tiene historias fascinantes que contar", afirma Bateman.
"Detrás de la
puerta", el libro que este periodista ha escrito con Wiener sobre el
atleta sudafricano Oscar Pistorius -condenado por homicidio por matar a tiros a
su novia, la modelo Reeva Steenkamp- salió ayer a la venta.
"Los sudafricanos
no nos sentamos el jueves por la noche y vemos CSI, porque es aburrido",
explica el reportero.
La popular serie
estadounidense sobre crímenes no resiste la comparación con los sucesos
sórdidos que ocurren en ciudades plagadas de refugiados, prófugos y buscavidas
como Johannesburgo, en los populosos guetos negros o las pequeñas comunidades
granjeras blancas y cristianas.
"Aquí la realidad
es a menudo más extraña que la ficción", asegura Wiener.
Para el escritor
sudafricano de novela negra Deon Meyer, autor de éxitos internacionales como
"Safari Sangriento" o "Trece horas", "la tasa
relativamente alta de criminalidad y el gran periodismo son un suelo fértil
para los libros de crimen de no ficción" en su país, explica a EFE.
El trágico final de
Steenkamp a manos de Pistorius promete ser un superventas del crimen de no
ficción sudafricano, una criatura periodística que quiere darse a conocer en el
mundo con el trampolín de este crimen, mediático a una escala global.
"Detrás de la
puerta" -título que alude a la puerta que separaba el dormitorio de la
pareja del baño en cuyo interior murió Reeva- saldrá pronto a la venta en
Estados Unidos y el Reino Unido, y llegará con el mismo título el próximo año
al mercado español e hispanoamericano, de la mano de una editorial barcelonesa.
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