4 de juliol del 2014

La chica que llevaba una pistola en el tanga, de Nacho Cabana: la delincuencia como forma de vida

[Fantasymundo, 3 de julio de 2014]

Jorge Lara Gómez

La chica que llevaba una pistola en el tanga, no tuvo otra opción que apretar el gatillo... escribe, dirige y proyecta: Nacho Cabana.

Nacho Cabana

El Premio L'H Confidencial, se otorga, anualmente y de forma internacional, a la mejor novela negra presentada al concurso convocado por el Ayuntamiento de L’Hospitalet y Roca Editorial, y promovido por la Biblioteca La Bòbila. El galardón está dotado con 12.000 euros y la publicación de la novela en la colección Roca Criminal de la editorial. La obra ganadora de la edición de este año, ha sido seleccionada por el jurado, entre un total de 82 originales presentados desde multitud de puntos de nuestra geografía (Desde L’Hospitalet hasta las "Islas Afortunadas") y de América Latina, por, según ellos: “la habilidad demostrada por el autor para explicar dos tramas y mantener el interés de cada una de ella; por la eficaz utilización del suspense y por la creación de personajes complejos y creíbles.” 

Esta es la carta de presentación de “La chica que llevaba una pistola en el tanga” (Roca Editorial, colección Roca Criminal disponible en FantasyTienda), del escritor y guionista madrileño Nacho Cabana. Una novela de título tan extenso como la distancia, 9.079 Km., que existe entra las dos dispares ciudades en las que se desarrolla la acción de la misma: Madrid y México, D.F. Una novela muy visual, como si el autor se hubiera colgado una steadycam y hubiera ido siguiendo a los protagonistas de las dos historias que se desarrollan y terminan confluyendo en un único y demoledor vértice, al estilo de esos reportajes cámara en mano tipo "infiltrados", que proyecta la tele pública a horas intempestivas de la noche y que narran visualmente, lo que es pasar 48 horas con los Barras Bravas, o patrullar junto a un cuerpo especial de la policía por los barrios más conflictivos de una gran ciudad.  Pero a diferencia de estos programas, Nacho Cabana va cambiando de escena continuamente, esquivando las balas, mostrando tan solo lo indispensable y necesario para mantener el ritmo narrativo (muy alto) y poder seguir el hilo de las dos madejas a través de capítulos muy diferenciados y una estupenda ambientación y descripción de los escenarios, con lo que se obtiene una novela terriblemente adictiva. 






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