Ignacio F. Garmendia
Todos los libros de Modiano tienen ingredientes del imaginario noir, pero algunos de ellos se presentan como verdaderas aunque peculiares novelas detectivescas, en un registro límpido que no se aparta de los tonos habituales de su narrativa. Los delitos apenas se aluden, envueltos en un halo de misterio lleno de sobreentendidos, y nunca llegamos a saber con exactitud de qué turbias actividades se habla, dado que sólo son insinuadas o parcialmente referidas. Sabemos algunos datos muy precisos de los personajes, pero otros son eludidos por completo, de modo que el lector debe recomponer el puzle a partir de unas pocas piezas, minuciosamente descritas. Publicada por Cabaret Voltaire, que tiene en su catálogo otra excelente novela del francés, Un circo pasa (1992), igualmente traducida por la catedrática granadina Adoración Elvira Rodríguez, Barrio perdido (1984) es un ejemplo característico de este modo -frío, elegante, depurado, casi abstracto- de abordar el género, que en manos de Modiano adquiere siempre la categoría de bella arte.
Veinte años después, Ambrose Guise, un exitoso escritor de novela negra que reside con su familia en Inglaterra, vuelve al París de los ochenta. Poco a poco descubrimos que huyó de la ciudad después de verse implicado en un crimen y conforme afloran los recuerdos, evocados por los lugares que ahora parecen otros, toma forma el intrigante tejido de relaciones que lo unió a un disipado y exquisito grupo de amigos: el abogado Rocroy, el actor Maillot o la joven viuda de Lucien Blin, Carmen, de quien Jean Dekker -su verdadero nombre- fue amante y mantenido. Rodeados de personajes equívocos, vivían entonces el final de una época dorada y llevaron al todavía adolescente a iniciar su andadura con una "salida en falso". El gusto por los datos desnudos -los folios de los archivos, las notas tomadas en cuadernos perdidos- o la sabia dosificación de la información por parte de un narrador no siempre fiable, son rasgos típicamente modianescos que comparecen al servicio de su gran tema, el pasado que vuelve porque no ha muerto del todo, revivido en las calles de un París nocturno donde los planos se confunden y la realidad presente, desplazada por la memoria, convive con la fantasmagoría.
Veinte años después, Ambrose Guise, un exitoso escritor de novela negra que reside con su familia en Inglaterra, vuelve al París de los ochenta. Poco a poco descubrimos que huyó de la ciudad después de verse implicado en un crimen y conforme afloran los recuerdos, evocados por los lugares que ahora parecen otros, toma forma el intrigante tejido de relaciones que lo unió a un disipado y exquisito grupo de amigos: el abogado Rocroy, el actor Maillot o la joven viuda de Lucien Blin, Carmen, de quien Jean Dekker -su verdadero nombre- fue amante y mantenido. Rodeados de personajes equívocos, vivían entonces el final de una época dorada y llevaron al todavía adolescente a iniciar su andadura con una "salida en falso". El gusto por los datos desnudos -los folios de los archivos, las notas tomadas en cuadernos perdidos- o la sabia dosificación de la información por parte de un narrador no siempre fiable, son rasgos típicamente modianescos que comparecen al servicio de su gran tema, el pasado que vuelve porque no ha muerto del todo, revivido en las calles de un París nocturno donde los planos se confunden y la realidad presente, desplazada por la memoria, convive con la fantasmagoría.
Patrick Modiano. Barrio perdido. Trad. Adoración Elvira Rodríguez. Cabaret Voltaire. Barcelona, 2013. 216 páginas. 18 euros
.jpeg)
.jpeg)
.jpeg)
.jpeg)
0 comentaris:
Publica un comentari a l'entrada