El asesinato de los marqueses de Urbina

[Me gustan los libros, 8 de marzo de 2013]

“Detrás de cada gran fortuna siempre aparece un crimen…”(Balzac)

El asesinato de los marqueses de Urbina (Roca Editorial, 2013) es una novela policíaca ganadora del Premio Internacional de novela negra L’H Confidencial 2013 en la que el periodista Mariano Sánchez Soler lleva a la ficción su investigación sobre el asesinato de los Marqueses de Urquijo en su chalet de Somosaguas (Madrid) el 1 de agosto de 1980 que convulsionó a la sociedad del momento. 

Con un estilo periodístico y un ritmo trepidante, el autor nos ofrece una novela que califica como “muy negra” en la que escribe “en clave de ficción lo que no he podido demostrar en mis investigaciones periodísticas”. El asesinato de los marqueses de Urquijo fue uno de los primeros casos que el autor cubrió para El Periódico de Catalunya, y en esta ficción se moja, elaborando una hipótesis en la que propone que el móvil fue económico, algo que la policía descartó en su momento. 

Con esta novela, el periodista ha resultado ganador del Premio Internacional de novela negra L’H Confidencial 2013, destacando el jurado “la agilidad de la trama y la fiel recreación de los hechos de uno de los casos criminales más mediáticos de la historia de España”. El autor afirma que los hechos son reales, aunque novelados, y todos los nombres son ficticios, algo que aclara al comienzo de la novela “por imperativo legal, los nombres verdaderos de los protagonistas de esta historia se han encubierto. Los crímenes ocurrieron tal como se relata”. 

El protagonista de la novela es Fierro, un personaje inventado por el autor, que según ha declarado, si funciona, volverá a utilizarlo en siguientes novelas. Fierro es un “especialista en trabajos ilegales” frío, calculador y sin escrúpulos que trabaja para banqueros y grandes financieros. Por dinero siempre está dispuesto a realizar cualquier cosa y, en esta ocasión, recibirá un encargo que le hará rico y hará que no tenga que trabajar más en su vida. Deberá cometer el crimen perfecto, asesinar a Martín de la Fonte, el marqués de Urbina. 

Martín es un ingeniero agrónomo que había dado un “braguetazo” casándose con la marquesa de Urbina y entrando en la aristocracia por la puerta grande. Los marqueses pertenecen a una casta privilegiada que el autor retrata de forma cruda, una oligarquía formada por “poderosos personajes que habían unido su fortuna y su destino a la suerte del Régimen y que, al cabo de cinco años, se habían adaptado con éxito al advenimiento de la monarquía”. 

Para llevar a cabo el encargo, Fierro traza un plan para acercarse a la familia para lo que entra en contacto con el círculo de amistades del yerno de los marqueses, un personaje patético al que la hija de los marqueses había puesto una demanda de nulidad del matrimonio, un fracasado prematuro, un niño pijo que jamás había tenido que luchar y que estaba rodeado de amigos pijos, viciosos y vagos. Odiaba a su suegro y le acusaba de todos los males algo que aprovechará Fierro para manipularle como una marioneta. 

La novela narra con detalle la preparación de los crímenes, su ejecución, las reacciones sociales y políticas, las repercusiones en los medios de comunicación y los errores garrafales de la investigación de un caso que se convirtió en “un teatro del absurdo con elementos de vodevil”. 

Pero la novela también sirve al autor para retratar la situación convulsa que vivía España en los primeros años de la transición y, concretamente, una ciudad de Madrid cuyos gobernantes quería modernizar pero que vivía sumergida en una ola de violencia y crímenes, con los atentados de ETA como principales protagonistas, pero también con otros delincuentes y criminales actuando y sembrando el terror con asesinatos, violaciones, secuestros y todo tipo de delitos. 

Para completar el menú, en la novela encontramos también otros temas como la guerra sucia contra ETA o la aparición de un siniestro personaje que seguro que nos resultará familiar, “el sheriff de Coslada”. 

“En El asesinato de los marqueses de Urbina, la ficción se pone al servicio de la realidad para desvelar la oscura maquinación, jamás investigada, que envolvió al, para muchos, misterio criminal más famoso de la España del siglo XX”.