Panteón de Quijano, uno de los lugares del mapa sentimental del escritor
- Reivindica los platos sencillos como el caldo con pelota o salazones
- Su infancia transcurrió entre la plaza de toros y el barrio de San Antón
- Sus personajes también recorren estas zonas, como el Mercado Central
- Es uno de sus sitios favoritos y allí hace sus compras cuando puede
Miquel Hernandis | Alicante
Reciente ganador del premio de Novela Negra L’H Confidencial con "El asesinato de los marqueses de Urbina", Mariano Sánchez Soler (Alicante, 1954), periodista y escritor, explora a través de una historia de ficción el caso real del crimen de los marqueses de Urquijo. Y lo hace "con las hipótesis que la Policía no investigó en su momento". Como redactor especializado en tribunales y crónica negra, no imaginaba en 1980, cuando se produjo este suceso que acabaría siendo el material de una novela suya. "Con ella doy respuesta a algo que no se pudo demostrar jamás", asegura,"hay personajes reales que funcionan en ella junto a los personajes de ficción".
"Decidí ser periodista porque era el único oficio en el que te pagaban por escribir", recuerda. "Vengo de una familia de impresores y me metí en el periodismo escrito porque siempre he querido profundizar en las historias".
Alacant Blues
De niño, "mi vida discurría alrededor del Panteón de Quijano, la plaza de toros, la costereta de la fábrica de tabacos, la zona del Benacantil".
Es la ladera de este monte, el popular barrio de San Antón su primer hogar. "Cuando a los once años fuimos a Virgen del Remedio, mi vida se centró alrededor del cine Maracaibo", apunta. Aquel local, "que cada dos días cambiaba las películas, es desde hace muchos años parte de una cadena de supermercados".
Estos son "los lugares más ligados a mi memoria sentimental", afirma. Otros sitios por los que transcurrió su infancia "son sobre todo el Barrio, la calle Labradores, hasta el Postiguet".
En ellos se acumulan "recuerdos emocionantes" de aquella "zona popular y de mucho tránsito". "Cuando los vecinos mejoraban su situación se iban y ahí ha habido mucha evolución de la población". En su obra "Alacant Blues" el detective Terratremol, "que inventé para ese libro, recorre toda esa zona". Y entre los sitios más destacados, el Mercado Central, "me gusta mucho", reconoce, y allí va a hacer sus compras cada vez que puede.
«Llevo a los amigos al Alicante dentro de Alicante, el Barrio», afirma. «Es una zona llena de vida y aunque muchos años ha estado abandonada a su suerte es el único patrimonio artístico que tenemos».
Carne fresca
Los sitios más tradicionales de comida son sus favoritos. "Suelo llevar a los amigos a hacer picaeta", confiesa. Y recomienda El Cantó y La taberna del mar para probar salazones o el caldo con pelota.
Aunque, entre todos los locales, su favorito es el Guillermo. En él le gusta probar las especialidades de la casa, "la pericana es muy buena, las croquetas de bacalao son excepcionales, mojama, hueva
la ensaladilla rusa es legendaria", dice risueño.
"Para cuando vas de picaeta tienes que pedir lo que son los platos de la casa". Él los conoce bien porque se trata de un local que frecuenta desde hace más de 30 años, donde ha visto pasar el mando del padre al hijo y en el que saluda por su nombre a los trabajadores. "Te encuentras en un ambiente conocido, familiar, donde sabes que comes calidad". "Cuando vienen amigos escritores lo que quieren es lo diferente".
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