La máscara y la muerte, de Curtis Garland (Multieditors de Promociones)

Curtis Garland. La máscara y la muerte. [s.l.]: Multieditors de Promociones, 2012 (Death Club; 11)

Regresa a las páginas de la serie Death Club un viejo amigo, César Velasco, al que tuvimos ocasión de conocer en Las oscuras nostalgias, y lo hace, es obvio, de la mano -o quizá la pluma- de su creador: Curtis Garland.

El comisario, ya jubilado, encuentra hoy el tiempo que durante tantos años le faltó para reunirse con los recuerdos de su pasado y acude en busca de ellos a sus orígenes, a la tierra que lo vio nacer, a ese zamorano reducto que lleva por nombre: Benavente. En la estación, un viejo amigo: Magín, el médico de toda la vida.

El policía retorna a sus lares en unas fechas señaladas que la ciudad sigue celebrando con toda la parafernalia que en cualquier parte rodea la Semana de Carnaval. Pero esta vez y por esas extrañas coincidencias del destino, no solo vuelve a casa una especie de hijo pródigo dándole al Carnaval un toque de novedad, sino que otro invitado con el que nadie contaba recorre las calles y rincones del lugar, envuelto en el disfraz de la muerte, blandiendo su siniestra guadaña para añadir a la policromía propia de los carnavales el rojo intenso, brillante y vivo, de la sangre... Sangre humana.

Crímenes monstruosos, espeluznantes, como jamás se han vivido en una tierra de paz y concordia. Escenario que parece hecho a medida para un César Velasco que nunca hubiera pensado encontrarse con tragedia semejante.

Las autoridades locales, desbordadas frente al diluvio de horrores que se les ha venido encima, al margen de los aguaceros que la naturaleza envía sobre la ciudad como si se compleciera en añadir dificultades, confían en la colaboración de Velasco, en su experiencia y los logros que jalonan su expediente policial, para poner coto a la insólita barbarie, detener al vesánico asesino que se esconde tras el disfraz, y devolverle a Benavente la tranquilidad y sosiego que desde siempre fueron divisa de la convivencia entre sus ciudadanos.

Curtis Garland, el maestro de la intriga, el suspense, la tensión, el desconcierto..., ese escritor capaz de crear toda clase de inquietudes y angustias a sus lectores, nos envuelve en una de las tramas argumentales más brillantes, dentro del género negro, que jamás se hayan escrito.

Nos quedamos aquó, amigos, porque el resto han de averiguarlo ustedes devorando página tras página este enloquecedor relato que su autor ha titulado: La máscara y la muerte.