La Biblioteca la Bòbila de L’Hospitalet, primera biblioteca del país especializada en género negro y policíaco, y la Biblioteca de Montbau – Albert Pérez Baró de Barcelona, que cuenta con un fondo especial dedicado a esta especialidad, acaban de poner en marcha el blog La Barcelona de Méndez, dedicado al personaje creado por Francisco González Ledesma y protagonista de novelas como Crónica sentimental en rojo, Las calles de nuestros padres, Una novela de barrio o No hay que morir dos veces.
El objetivo de este recurso es el de reunir localizaciones de Barcelona (bares y restaurantes, calles y plazas, cines y teatros, lugares y monumentos) mencionados en los libros de la serie del inspector Ricardo Méndez, con el fin de ofrecer una visión de la Barcelona que el diseño y el turismo están haciendo desaparecer.
Además de los emplazamientos, que pueden encontrarse en un plano de Barcelona (Google Maps), también pueden encontrarse fotografías de diversos lugares de la ciudad y canciones relacionadas.
La Biblioteca la Bòbila, que ya había creado otros recursos relacionados con el género negro y policiaco como el directorio de páginas web gènerenegre.net; la selección de carteles y programas de mano Cartellera Noir; el blog del Club de Lectura de Novel·la Negra de la biblioteca; y otros más específicos como los dedicados a la colección La Cua de Palla, a la relación de Pepe Carvalho i els llibres y a la revista Gimlet; desde enero de 2008 mantiene el blog Francisco González Ledesma: dossier de premsa, que agrupa artículos de prensa, entrevistas de radio y televisión, y otras informaciones aparecidas sobre el gran autor.
RICARDO MÉNDEZ
Personaje creado en 1983 por Francisco González Ledesma. Viejo inspector de la policía de Barcelona que no acaba de jubilarse porque, como él mismo confiesa, se moriría de asco en una pensión. Es un perdedor, desengañado de la vida, hijo de los bajos fondos barceloneses, pero gran conocedor de la cara oculta de los barrios altos. No lo han ascendido nunca, lo que no le preocupa lo más mínimo, ya que cada vez menos cree en la ley oficial y opta más por interpretar la justicia a su manera. Con el tiempo se ha ido volviendo más blando y cínico, hasta el punto que sus superiores se plantean separarlo del servicio.
Méndez no cree ni en el Estado ni en la justicia, su credo es la moral individual y la ley de la calle. Siempre lleva los bolsillos llenos de libros. De vuelta de todo, profundamente escéptico respecto a la naturaleza humana, mira el mundo que le rodea con una mirada muy crítica.
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