Las oscuras nostalgias, de Curtis Garland (Multieditors de Promociones)

Curtis Garland. Las oscuras nostalgias. [s.l.]: Multieditors de Promociones, 2011 (Death Club; 9)

Curtis Garland, el autor que no necesita presentación porque sus incondicionales le conocen de memoria, lo que hace que lleven muchas décadas mostrándole una fidelidad que es para él la mejor de las recompensas, ha elegido España, y más concretamente Barcelona, como escenario de su última novela: Las oscuras nostalgias.

Con la habilidad literaria propia de las plumas privilegiadas, Curtis Garland, recrea ese variopinto escenario barcelonés, sus calles, barrios más emblemáticos y también aristocráticos, teatros, salas de variedades, etc., en dos períodos distintos de la historia: nos presenta la Barcelona de la postguerra y la actual, ensamblando unas y otras secuencias con su maestría característica, pasando del entonces al ahora, con una sincronía asombrosa.

Ese ir y venir de una a otra Barcelona es como una noria gigantesca que gira en torno a un mismo hecho: un crimen. Ayer en primera plana, hoy, envuelto en una vorágine nostálgica. Un crimen por el que se supone que el asesino pagó, aunque uno de los inspectores que intervinieron en el caso --el protagonista central del argumento--, César Velasco, nunca tuvo la certeza de que el condenado fuese realmente el culpable.

Pero la vida impone su ritmo y Velasco debe enfrentarse a nuevos retos, enigmas, asesinatos, conforme transcurre su devenir profesional a través de los años, que le otorgan gran experiencia y madurez, hasta que llega el día del adiós, de la jubilación, que casi coincide con la irreparable pérdida de su esposa, punto de partida de las nostalgias del policía.

Pero, pero... De la noche a la mañana sucede algo que pone de actualidad, muchos años después, aquel extraño crimen, aquel crimen inexplicable del que a Velasco le quedaron tantas y tantas dudas. Renacen las nostalgias, el encuentro con personajes del pasado que provocan secuencias de un hondo sentimentalismo, pasajes románticos y hasta eróticos..., pero César Velasco, a pesar de los pesares, sigue siendo por encima de todo: un policía.

Un policía que ahora, fuera del ámbito oficial y con las espaldas encorvadas, está dispuesto a descubrir la verdad cueste lo que cueste, caiga quien caiga, aunque también caiga él.

Si quieren saber más, amigos, les sugerimos que lean Las oscuras nostalgias con la máxima concentración, porque el más trivial de los detalles puede resultar altamente revelador.