[El Periódico de Villena, 1 de agosto de 2008]
Abandonad toda esperanza, salmo 142º
Un año más la Semana Negra de Gijón llegó... y convenció, pese a los agoreros que vaticinaban que el cambio de ubicación iba a empeorar considerablemente el desarrollo de las distintas actividades de esta feria multicultural que ya ha superado las dos décadas de vida. El festival arrancó, como es costumbre, con la Asturcon, que recoge las actividades protagonizadas por la fantasía y la ciencia ficción, y cuyo invitado de honor fue George RR Martin, autor de Canción de hielo y fuego, una saga que podría destronar a El Señor de los Anillos como relato de espada y brujería más popular de todos los tiempos.
Pero si hubo un eje fundamental en el evento, ese fue la idea del Mal en mayúsculas: un concepto amplio al que se acercaron un gran número de narradores, mostrando tanto su repulsa hacia el mismo como la indudable capacidad de fascinación de la que ha hecho gala en multitud de libros y películas.
Lo que pareció quedar claro es que el Mal se hospeda en el corazón de los hombres por naturaleza, y así lo demuestran algunos hechos reales que han sido novelados con talento por escritores del género. Este es el caso de Raúl Argemí y Retrato de familia con muerta, en donde el escritor argentino recrea un crimen real todavía no resuelto acontecido en su país a finales de 2004: una mujer es asesinada en un country -las urbanizaciones de lujo de la jet set argentina-, y se produce una verdadera conspiración de silencio para ocultar el crimen. La prosa precisa y afilada de Argemí plantea más preguntas que respuestas acerca de un caso de especulación inmobiliaria y tráfico de influencias que podría haber ocurrido en cualquier parte del mundo.
Pero si hay un acontecimiento real que demuestra lo abominable de la raza humana, este es sin duda el Holocausto que desencadenó el régimen de Adolf Hitler. Estos hechos inconcebibles para toda mente lógica, pero de los que han dado testimonio escritores como Primo Levi o cineastas como Claude Lanzmann, son los que rescata José Luis Muñoz en El mal absoluto. A través de la figura de un nazi hoy enriquecido y un superviviente que malvive en soledad, ambos ya ancianos y entrevistados por una ambiciosa periodista, el autor de la negrísima Lluvia de níquel elude todo maniqueísmo y aprovecha las posibilidades evocadoras de la narrativa en una novela que debería poner mal cuerpo a todo aquel que tenga un mínimo de humanidad. Esto es, un libro no apto para almas sensibles pero indudablemente necesario.
Dos novelas pues, justamente galardonadas (premios L’H Confidencial y Ciudad de Badajoz respectivamente) que nos reconcilian con lo mejor de la narrativa contemporánea a partir de lo peor de la raza humana. Y hablando del Mal, el crimen y la ficción: la escritora Anne Perry también visitó la ciudad asturiana. Como esto no es una columna de cotilleos ni la publica El Caso, solo les diré que investiguen acerca de esta narradora tan exitosa y vean el estupendo film de Peter Jackson Criaturas celestiales. Y luego hablamos.
La XXI Semana Negra de Gijón se celebró del 11 al 20 de julio; Retrato de familia con muerta y El mal absoluto están editados por Rocaeditorial y Algaida respectivamente.
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