Pedro Casals (Barcelona, 1944) creó en El primer poder (1981) al abogado e investigador Licinio (lic) Salinas que desarrolla su actividad por "los revueltos entresijos de la sociedad posindustrial", entre Madrid (con su centro de operaciones en la Plaza Mayor donde se encuentran Marisa, su fiel y maternal secretaria, y Chema, el chico de los recados) y Barcelona, donde tiene una masía en Peratallada a la que se desplaza todos los fines de semana. Lisa en Barcelona y Ana en Madrid completan la relación de personajes fijos que flanquean a este personaje que siempre aparece en narraciones relacionadas con temas de actualidad nacional tales como El intermediario (1983), Anónimos contra el banquero (1984), Por qué mataron a Felipe? (1985) y ¿Quién venció en Febrero? (1985).A partir de La jeringuilla, finalista del premio Planeta 1986, inicia un ciclo en el que el tema central son las investigaciones del abogado Salinas sobre el narcotráfico. Esta serie continúa en Disparando cocaína (1986), El señor de la coca (1987) y Hagan juego (1988) y se interrumpe en El infante de la noche (premio Ateneo de Sevilla 1992) extraño enigma de pretensiones cultas, y no muy convincente, en la línea de Las hogueras del Rey, con la que volvió a repetir como finalista del Planeta en 1989. En Las amapolas vuelve de nuevo al tema del narcotráfico pero con una mayor complejidad en lo que se refiere a la técnica narrativa.
Completa su obra la colección juvenil Las aventuras de Héctor, que hasta ahora incluye Asesinato en la sala de profesores, El enigma de las monedas de oro, El fantasma de la casa del bosque, Héctor en Disneyland y El misterio de los traficantes de arte, aparecidas todas ellas en 1989...
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