16 d’abril del 2015

'La chica que llevaba una pistola en el tanga' o la novela negra volviéndose más oscura

[Blasting News, 16 de abril de 2015]

Silvia García Jerez


Lo primero que llama la atención de la lectura de La chica que llevaba una pistola en el tanga es el contraste de un título ofrecido en pretérito cuando la narración está escrita en un contundente presente que solo por serlo otorga una fuerza distinta a la que habitualmente encontramos en el tiempo verbal de las novelas tradicionales. Esa peculiaridad agarra al lector con fuerza a sus páginas y no lo suelta, apoyándose en una frescura necesaria, obligatoria incluso, cuando de un thriller de género negro se trata.
Una niña asesinada, una joven cuya vida resulta más que sospechosa, unos criminales sin escrúpulos, un padre que desea darle lo mejor del mundo a su familia, y unos policías entregados a la resolución del caso son los elementos humanos que rodean la corrupción, la prostitución y el tráfico de mujeres, la cara material de un todo podrido, saturado de aquello que nadie debería conocer a pesar de ser el hombre el culpable de haberlo creado.
La chica que llevaba una pistola en el tanga es puro nervio, no se detiene en ningún momento ni se deja pendiente un solo detalle. Uno acaba felizmente agotado de leer su primera parte y afronta las otras dos restantes con el interés de quien se pregunta qué será lo que unirá todos los puntos de vista hasta darles la forma de un mosaico por el que cualquier canal de pago norteamericano estaría dispuesto a invertir de cara a rodar la adaptación a la pequeña pantalla.
Y es que su autor, Nacho Cabana, guionista de series de televisión como Médico de familiaLa teniente o Policías, en el corazón de la calle, ha basado su propuesta en aquellas que tan enganchado tienen tanto al público estadounidense como al nuestro, producciones de Netflix o de la HBO tan aplaudidas y admiradas que se están llevando a su terreno a los espectadores que un día, ya lejano, no hubieran dudado entre un film de Michael Mann en el cine o una tarde en compañía de las aventuras de Walter White, protagonista de Breaking Bad.
Cine, televisión y literatura a veces se confunden y esta es una de ellas. Y es electrizante ver unos medios y otros alimentándose entre sí, dando como fruto un relato que no te deje respirar, que cobre sentido a cada momento y en el que todos los temas y personajes tengan su ubicación y su conclusión en el contexto que les ha tocado vivir. Por eso, Cabana ha ganado el Premio L'H Confidencial de novela negra, galardón que pone de manifiesto el magnífico trabajo que ha llevado a cabo y nos advierte del buen rato que pasaremos desde el instante en que demos comienzo a su lectura.






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