7 de març del 2016

Leonardo Padura celebra con cine los 25 años de Mario Conde

[IPS Cuba, 6 de marzo de 2016]


Tras varios años en proyecto, la tetralogía de Las cuatro estaciones llegará a la gran pantalla.
En la adaptación cinematográfica, Jorge Perugorría logra captar las esencias y da vida a un Mario Conde espectacular, declaró Padura.

Cuando hace 25 años el escritor cubano Leonardo Padura creó a Mario Conde, no se imaginó que con él le sucederían “tantas cosas bonitas”. Ahora, el autor de la famosa tetralogía Las cuatro estaciones espera el salto al cine de sus novelas más populares.
Bajo la dirección del español Félix Viscarret, este año se estrenará un filme de uno de los personajes más queridos de la literatura policíaca cubana, un proyecto largamente acariciado, según confesó Padura.
En 2016 verá la luz la adaptación cinematográfica de la saga, pues lo que primero empezó con la versión de Vientos de cuaresma, derivó luego en otros tres capítulos para una serie televisiva, contó el pasado 26 de febrero en el espacio los jueves culturales en la embajada de España en La Habana.
También dijo sentirse muy feliz por el trabajo del actor cubano Jorge Perugorría en la piel de Mario Conde, quien “logró una caracterización espectacular”.
Aunque está complacido con la primera película, reveló que elaborar guiones para ese género resulta mucho más complicado. “Me resulta atractivo escribir para el cine, pero  lo mío es escribir novelas. Mientras la novela es el reino de la libertad, para hacer un guión hay que distanciarse y estar conscientes de que es un trabajo de servicio, pues luego el director hace sus reinterpretaciones”, apuntó.
La gente decía que los cuatro libros eran muy “cinematográficos”, y al intentar llevarlos a la gran pantalla nos dimos cuenta de lo difícil que resultaba versionarlas en un guión, comentó durante la charla dedicada a los 25 años de Mario Conde.
En solo cuatro meses se filmaron cuatro películas para completar la saga, fue un trabajo muy duro, explicó Padura.
Mario Conde es “un sufridor por cuenta propia”, solo lo salva el hecho de ser muy cubano. Como diría Perugorría, es un “cubanazo”, agregó el escritor, coautor también de los guiones de Siete días en La Habana y Retorno a Ítaca.
“Lo llené de tantas preocupaciones y conflictos que me salió un anti-policía que funciona más por premoniciones e iluminaciones. Conde y yo tenemos algunos gustos compartidos y lo he utilizado a él para expresar algunas de mis preocupaciones: literarias, sociales…También tenemos en común algunas vivencias“, dijo.
Y confesó:  A veces, la gente en la calle me pregunta por él como si fuera una persona real. Al principio, Conde se parecía a mí. Con el paso del tiempo, creo que yo me estoy convirtiendo en él.
Hace poco, Padura comenzó una novela que empieza en el cumpleaños 60 de Conde y quiere que se termine el 16 de diciembre de 2014, cuando los cubanos celebran la víspera de San Lázaro y, precisamente, porque esa fecha representa el fin de una etapa y la normalización de las relaciones con Estados Unidos.
“Además, me encantaría hacer un libro sobre el mundo de los cubanos en Miami, aunque es difícil –al menos para mí– escribir sobre una ciudad y una realidad de la cual no tengo todos los códigos”, añadió.
Conde vive en un universo muy cerrado y habanero, de hecho, para mí la capital cubana es un personaje fundamental, pero la ciudad vista desde la llamada periferia, desde el ángulo peculiar de esos barrios y cómo poco a poco en ellos se van perdiendo muchos espacios, como en toda la ciudad, detalló el autor de La novela de mi vida.
A su entender, los filmes se acercan más al género policial: “cuando hice Vientos de Cuaresma quería escribir una novela policiaca que no se pareciera a las demás de ese tipo realizadas en Cuba”.
Eso sí, tenía bien claro que el protagonista debía ser policía con una veta existencial y de intelectual, añadió. Para Padura, los libros resultan una especie de falsa novela policíaca porque lo central son “los conflictos sociales alrededor del muerto”.

El equipo tras las películas de Mario Conde
 Con guión del propio Padura y de su esposa, la cineasta cubana Lucía Coll, Viscarret regresa a la silla del director en Vientos de Cuaresma, la cual no ocupaba desde su laureada opera prima Bajo las estrellas. El cineasta manifestó hace poco que es “un honor” y “una tremenda responsabilidad” el proyecto, pero también “un gran regalo”.
El actor cubano Jorge Perugorría habló con Padura hace 15 años sobre “lo chévere” que sería trasladar el personaje al cine y lleva todo ese tiempo “soñando con la idea”, porque aunque habían aparecido varias propuestas, ninguna se había concretado.
“Me acerqué muy joven como lector a Mario Conde y disfruté mucho sus novelas, sus experiencias son bastante comunes entre los cubanos”, comentó Perugorría.
Algunos me dicen que “no me ven como Mario Conde” y eso suele suceder con personajes de la literatura tan conocidos como este: resulta un reto enfrentarse al imaginario colectivo de la gente y cada uno tiene su propia versión, señaló.
“Para mi generación es muy fácil entender al Conde y a sus desencantos, muchos de nuestros sueños y aspiraciones no se cumplieron, como le sucedió a él”, agregó el actor.
Vientos de Cuaresma -producción hispano-cubano-germana- se concentra mayormente en la novela homónima. Luego, se le sumaron otros tres episodios para la televisión, que toman elementos de otras piezas de la tetralogía.
Además de Perugorría, en el filme actúan Enrique Molina como el Mayor Rangel y Carlos Enrique Almirante como el sargento Manuel Palacios, compañero de andanzas policiales del protagonista.
Laura Ramos encarna a Tamara, el amor de juventud de Conde; Luis Alberto García es Carlos “El Flaco”, el mejor amigo del protagonista herido de guerra en Angola; y Aurora Basnuevo es Josefina, la mamá de este último.
La colombiana Juana Acosta encarna a Karina, una ingeniera amante del saxofón que trastoca la vida del detective en una intensa historia de amor.
En el guión había escenas en los barrios habaneros de Mantilla, Víbora, Vedado y Nuevo Vedado, pero se cambiaron algunas locaciones y los interiores se filmaron en Tenerife.

La saga de las cuatro estaciones
 Traducida a unos 22 idiomas, la tetralogía de Las cuatro estaciones está compuesta por Pasado Perfecto (1991), Vientos de Cuaresma (1994), Máscaras (1997) y Paisaje de otoño (1998), novelas que tienen como protagonista a un sui géneris investigador de la policía, culto, sensible, y con aspiraciones de escritor: Mario Conde.
El personaje reapareció luego en Adiós Hemingway (2001), La neblina del ayer (2009), La cola de la serpiente (2011) y Herejes (2013).
Actualmente, además de las cintas de Félix Viscarret, se produce una serie (entre Estados Unidos y Canadá) basada en la tetralogía y que tiene al español Antonio Bandera como protagonista.
Además de ser uno de los escritores más seguidos en la isla, el 23 de octubre de 2015, Padura se convirtió en el primer cubano en recibir el Premio Princesa de Asturias en una ceremonia a la que llevó una pelota de béisbol -el deporte nacional de este país- como una forma de recordar su natal barrio habanero de Mantilla (2016).


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