30 de desembre del 2014

Los mejores libros negros de 2014

[Elemental, 30 de diciembre de 2014]

Juan Carlos Galindo


Como ya hicimos el año pasado, este bloguero engaña y convence a amigos del mundo negro, escritores, editores, editores y otros periodistas, que de todo hay en esta vida, para que elijan su libro negro del año. Ya lo hicieron los lectores, con éxito de público y no sé si de crítica.  
Como siempre, es una elección personal y como siempre, nos dejaremos muchos fuera. No lo dudo. Atentos al repaso que hace Alexis Ravelo del panorama español o a la generosidad y el entusiasmo de Pere Sureda; la originalidad de Sergio Vera y su carta a los Reyes Magos o el acierto de esa bloguera que decidió salir del armario, por fin. Arte Salvaje, les aviso, sale dos veces. Es lo que tienen las apuestas sin cortapisas. Pero bueno, como siempre, lean ustedes mismos y disfruten. Feliz año nuevo. 
ALEXIS RAVELO : Galveston, de Nick Pizzolato (Salamandra Black). Creo que la cosecha negra española de 2014 (como las de años recientes) ha sido estupenda. Entre otros muchos autores notables, Carlos Zanón publicó Yo fui Johnny Thunders con RBA, Navona relanzó Camino de ida, de Carlos Sálem (una estupenda novela de perdedores del 2008 que muchos nos habíamos perdido), Ribas y Hofmann volvieron a hipnotizarme con El gran frío y la voz de David Llorente me sorprendió con Te quiero porque me das de comer. Además, los maestros han vuelto a demostrar por qué lo son: Juan Madrid publicó Los hombres mojados no temen la lluvia y Andreu Martín, Los escupitajos de las cucarachas, que acaba de aparecer en castellano. Sin embargo, yo este año (acaso porque me domina el frío o porque me voy haciendo viejo y sentimental) me quedaría, por quedarme con una, con la novela de un yanqui: Galveston, de Nick Pizzolatto: una historia cruel y triste, pero humana y compasiva; un fogonazo de buena literatura con personajes clásicos que, sin embargo, viola todos los arquetipos.
JUAN BOLEAArte salvaje, Robert Polito (Es Pop Ediciones). Un viaje a la América profunda de los cantautores, los "hobos", los gánsters y el nacimiento de la novela negra moderma. Y todo lo que hay que saber sobre el legendario autor de "El asesino dentro de mí".


PERE SUREDALa Rubia de ojos negros, Benjamin Black (Alfaguara): "Decidí ignorar esa última parte de la traición. Quiero creer que Claire Cavendish se metió en mi cama porque lo deseaba."  La clarividencia de Banville al enfrentarse a unos personajes adoptados se resume en la frase citada. Se ha metido en su corazón y en su piel. Ha leído al Chandler oculto detrás de la trama, ha conseguido devolvernos al Marlowe que necesitábamos para redimirnos como sólo alguien bueno es capaz de hacerlo.
¡Larga vida a Raymond Black o a Benjamín Chandler, como gusten!
LAURA MUÑOZEsferas del poder, William C. Gordon (DeBolsillo). Enmarañada y compuesta de múltiples piezas. Es la situación en la que, hoy, me ubica Juan Carlos Galindo al preguntarme por la novela de género de 2014. Y opto por quedarme ahí: hecha un lío y con varias opciones disponibles. Porque no tendría espacio ni tiempo ni valor si hablo de todo lo bueno y noir que tuve la suerte de descubrir este año. Como en esta situación me siento en las mismas coordenadas en las que me colocó William C. Gordon, elijo sus Esferas del poder, publicada el pasado mes de junio por DeBolsillo (Random House Mondadori).
Por la duda y el pellizco y el miedo a inhalar el veneno desprendido en la trama de ésta, su última novela publicada. Secuela, aunque no continuación, de la saga del vapuleado periodista Samuel Hamilton, que va creciendo con el lector a cada entrega. También por llevar(me) al San Francisco sesentero donde Camelot aún sigue en pie y Melba viva. Porque me hizo creer estar viendo cine negro de los veinte. Por la prosa cuidada aunque no barroca y esa intención que resulta de sólo querer escribir: sin más pretensión que contar. Y por alzar la voz, desde la letra, a favor de los más desfavorecidos: denunciando abiertamente los tratos de favor y el poder abusador al que someten las altas esferas a la sociedad. Bueno, ya saben de lo que hablo: esa justicia que tanto nos está haciendo falta.
MARTA MARNELa mujer de un solo hombre, de A.S.A. Harrison. Es curioso cómo están proliferando subgéneros dentro del género negro: las novelas de barrio, las novelas protagonizadas por gente de a pie que se calza los zapatos del investigador y también las novelas domésticas. Todas ellas nos acercan la novela negra a la cotidianidad de la vida, que en el fondo es lo que más miedo provoca. “Pues Fulano-de-tal siempre saludaba en el portal”. El tener al enemigo en casa es lo más terrorífico que nos podemos topar. Eso es lo que sucede con La mujer de un solo hombre. Un matrimonio, aparentemente perfecto, aparentemente feliz, aparentemente sin problemas. Aparentemente. En el momento que limpiamos la pátina de pureza que cubre ese armazón, descubrimos toda la suciedad que escondemos bajo la alfombra. Engaños, mentiras, rencores y sobre todo mucha fachada: un montón de maquillaje que esconda las imperfecciones. A.S.A. Harrison consigue una novela pausada, reposada, y precisamente ahí radica la tensión, en esa calma fingida y esa sucesión lenta de los acontecimientos. Consigue tenerte en vilo página tras página, hasta un final a la altura de las circunstancias. "
NIEVES ABARCAArte salvaje, de Robert Polito (Es Pop Ediciones). Para mí lo mejor de este año ha sido Arte salvaje, la biografía de Jim Thompson de Robert Polito. Me ha parecido deslumbrante el estilo, y la inclusión de trozos de las novelas entremezcladas con momentos autobiográficos y testimonios de la época conforman un retrato implacable del mejor escritor de novela negra de la historia, y de la América del siglo XX. Para muestra un botón: “Courtland lo azotó en la cara con su fusta de volteo. La sangre empezó a manar de su rostro por una docenas de heridas, y un gran verdugón rojo se le enroscó alrededor de las mejillas como una serpiente…”. 
JUAN CARLOS GALINDONo hay cuervos, John Hart (Pàmies). Es complicado elegir una novela del año y más cuando dejo que mis invitados lo hagan primero y me quedo para el final como mandan las normas de cortesía. El caso es que he tenido pocas dudas. Como ya conté aquí, estamos ante una obra de negrura verdadera, mezcla de Huckleberry Finn y lo mejor de las historias de Daniel Woodrell que no deja a nadie indiferente, un relato de una infancia marcada por la súplica dulce y caliente de la venganza. Es, además, una apuesta de una editorial pequeña y valiente. No sé si se puede pedir más.
SERGIO VERAYo fui Johnny thunders, Carlos Zanón (RBA): Queridos reyes magos: Cinco años de carbón son suficientes, creo que he pillado la indirecta. Y bueno, para empezar a enmendarme, he pensado que, en vez de pediros, por una vez, voy a regalaros. No uno, ni dos, sino tres libros, tres novelas negras, mis favoritas del 2014. Para Melchor, la más literaria: Yo fui Johnny thunders. Porque seguro que después de Thunders, querrás ser Carlos Zanón, igual que yo (a ver si el año que viene cuela….).
Para Gaspar, la más sorprendente: Marca de sangre, de Daniel Bilbao. Una novela negra futurista, ambientada en una España gobernada por multinacionales, ingeniosamente plausible y con una trama enrevesada como pocas, de relación calidad- precio insuperable. Y para Baltasar, la más negra, por supuesto: Un paso al frente, del teniente luis Gonzalo Segura, lo más parecido a un héroe que jamás he conocido, con unos huevos tamaño Diplodocus (estos, también para el año que viene, porfa), que se ha atrevido a destapar los desmanes del glorioso ejército español, y que, esperemos, vuelva a casa por Navidad. Y por este año, me despido.
Un abrazo fuerte, y que los disfrutéis:
Sergio
PD: Como después de esto haya más carbón, el año que viene no os salva de la guillotina, ni Dios.
Lean y disfruten y gracias a todos.




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