22 de juliol del 2008

«Cuando te pones a escribir una historia no sabes si es novela negra o blanca»

[Diario Vasco, 22 de julio de 2008]

Elisa López

El autor argentino Raúl Argemí presentó ayer en Donostia su nueva novela

«La novela negra es la novela del siglo XXI. Existe un interés cada vez mayor en muchos círculos, entre los jóvenes, entre los universitarios...» El escritor Raúl Argemí (La Plata, 1946) pasó ayer por San Sebastián, recién llegado de la Semana Negra de Gijón, para presentar su nuevo libro Retrato de familia con muerta.

Arropado por un público interesado en la «novela social» como le gusta llamar a Argemí a la novela negra, el autor habló de su nuevo libro, un hecho real sobre la historia de un crimen sin resolver de una mujer en la alta sociedad argentina. Sin embargo, aunque hablar de la publicación era el eje del acto, Argemí quiso centrarse en qué piensan los lectores porque tal y como explicó «un libro no lo hace sólo el autor, lo hace el escritor a medias con sus lectores. Y siempre es así».

«Uno escribe por pulsión, escribe lo que siente, y luego son los demás los que le etiquetan», confiesa este argentino, uno de los nombres de la novela negra del momento y afincado en Barcelona desde 1999. «Estoy echando raíces y me siento ya en mi casa», confiesa el escritor que está a punto de ser padre de «una niña de aquí».

Crítico con la manipulación a la que se somete a la sociedad, Argemí aseguró en San Sebastián que «hemos perdido la ingenuidad de creernos todo lo que nos cuentan. Cada vez nos llega más información -medios de comunicación, internet...-, pero no sabemos más, sólo tenemos una colección de datos, y lo que nos falta es reflexionar sobre esos datos que muchas veces llegan manipulados. Por eso nos gusta la ficción, porque nos aleja de esa realidad y nos permite hacer una inmersión en la cabeza de los personajes, en sus sentimientos».

A juicio del escritor, la novela social desapareció y de manera espontánea tomó su testigo la novela negra. ¿Y por qué gusta tanto este género? «No es propiamente un género, es una manera de escribir, cuando te pones a contar una historia no sabes si es negra o blanca, es lo que sientes y lo que quieres decir. Saber qué pasa por la cabeza de un violador que puede ser un pariente, o un asesino en serie que parece un vecino normal y corriente... son aspectos de la realidad que están trasladados a la ficción y eso engancha al lector», afirma Argemí.

Un provocador

Para el autor de Patagonia chu chu o la premiada Siempre la misma música, «la provocación intelectual es una obligación, siempre ha habido provocación a través del pensamiento y siempre la habrá. No debemos ser tan políticamente correctos ni tan sumisos. Hay que contestar y hay que decir lo que uno piensa», sentencia el escritor que ha levantado estos días la polémica por sus críticas a la recién liberada Ingrid Betancourt. «No tengo nada contra ella, pero me molesta que se haya convertido en una santa laica, en una especie de virgen. Me aburre el personaje mediático que se ha creado en torno a ella, parece Teresa de Calcuta. Estamos justificando todas las tonterías que se pueden decir y eso me parece muy peligroso».

0 comentaris:

Publica un comentari a l'entrada

 
Google Analytics Alternative